Para cuidar tu corazón, elige bien los alimentos
28/09/2012
Los profesionales de la medicina coinciden en que una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, baja en grasas saturadas y cuyo aporte calórico sea proporcional al gasto energético que realicemos es, junto a la práctica de ejercicio físico, una de las mejores armas de las que disponemos para proteger nuestro corazón y prevenir otras muchas patologías.
Y para conseguir que nuestra alimentación sea lo más saludable posible, además de elegir alimentos frescos de temporada, los expertos también recomiendan que prestemos la debida atención a las etiquetas de los productos alimenticios que compramos ya elaborados, para conocer sus propiedades, y la cantidad y tipo de grasas que nos pueden aportar, así como sus otros componentes: fibra, azúcares, sodio, etcétera. Esto nos permitirá controlar la ingesta de sustancias que pueden perjudicar la salud.
Siguiendo una dieta cardiosaludable podremos disminuir hasta un 50% la ingesta de colesterol, cuyo exceso –que afecta a una de cada dos personas adultas en España– se considera uno de los factores de riesgo más importantes a la hora de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Alimentación cardiosaludable
Desde la Fundación Española del Corazón (FEC) aconsejan fijarse en las etiquetas a la hora de hacer la compra, porque es ahí donde el consumidor puede encontrar toda la información que necesita para controlar la ingesta de sustancias, tanto de aquellas de las que se aconseja una cantidad mínima diaria, como de las que es preferible evitar o, en todo caso, limitar mucho su consumo.
Así, los alimentos más saludables para el corazón deben ser ricos en fibra y ácidos grasos esenciales, y bajos en colesterol, grasas saturadas y sodio. Algunas pautas que puedes seguir para elegir bien los alimentos son:
Los alimentos más saludables para el corazón deben ser ricos en fibra y ácidos grasos esenciales, y bajos en colesterol, grasas saturadas y sodio
Recuerda que no todas las grasas afectan por igual a la salud cardiovascular, y mientras las de mono y poliinsaturadas, como las presentes en el aceite de oliva y los frutos secos, resultan beneficiosas, hay que evitar las grasas saturadas que forman parte de la composición de ciertos aceites vegetales que se utilizan por ejemplo en los productos horneados.
Presta atención a la cantidad de calorías , para evitar el sobrepeso, especialmente si no practicas mucho ejercicio físico. La obesidad -y especialmente un perímetro abdominal excesivo-, se asocia a un incremento de riesgo cardiovascular.
Incluye una cantidad adecuada de fibra en tu dieta diaria, porque contribuye a disminuir la absorción de colesterol y grasas malas. Para conseguirlo, lo mejor es consumir con frecuencia legumbres, verduras y cereales integrales. Los productos ricos en fibra deben incluir, como mínimo, 6 gr. de fibra por cada 100 gr.
Disminuye al mínimo el consumo de sal para mantener un buen nivel de presión arterial. Muchos alimentos que consumimos a diario ya llevan incorporada una cantidad excesiva de sodio, por ello, es necesario que eches poca sal a tus guisos y reduzcas el consumo de embutidos y otros productos que contengan sodio. Compruébalo en las etiquetas: un alimento es bajo en sodio cuando contiene menos de 0,12 gr. de sodio.
Los azúcares, o hidratos de carbono de absorción rápida, son perjudiciales cuando se consumen en exceso porque tienen la capacidad de transformarse en grasa en el hígado.
Fuente: Programa NUSA
Actualizado: 17 de octubre de 2017