Relación entre la dieta y el sexo
Actualizado: 6 de marzo de 2023
La preocupación de los seres humanos por hacer de nuestra faceta sexual algo plenamente satisfactorio, nos ha llevado a buscar en la naturaleza, en el mundo animal e, incluso, en la ciencia, un remedio para mejorar nuestras relaciones amorosas. La dieta no podía ser menos.
Desde el principio de la historia el vigor sexual ha sido una de las cualidades más apreciadas entre los hombres. Para lograr aumentar la potencia sexual se han inventado cantidad de fórmulas. Entre las más famosas están las que relacionan el alimento con el sexo. Son muchas las leyendas que rodean a algunos condimentos, mariscos o postres como potenciadores del orgasmo, pero la sugestión y el poder de la mente siguen siendo el principal recurso para seguir confiando en ellos.
Comer es un placer
La relación placentera que nos supone el acto de comer no es de ahora. Hace más de 4.000 años los egipcios ya utilizaban alimentos supuestamente afrodisíacos al igual que los romanos, los árabes y los griegos. Precisamente estos últimos fueron quienes dieron pie al término, inspirándose en su diosa del amor y la belleza, Afrodita. En la antigua Roma, donde imperaba la máxima del exceso, era habitual que la clase alta celebrase sus fiestas rodeada de grandes banquetes y exquisitos manjares. Por no hablar de las Bacanales, fiestas en donde se honraba al dios Baco, divinidad asociada al vino. Momentos de ocio, juego, diversión y placer que, a lo largo de los años, se han ido asociando a una mesa llena de alimentos. Aunque tampoco hay que pasarse, ya que los últimos estudios indican que la obesidad disminuye el apetito sexual.
Más allá de herencias históricas, comer también es un placer debido a las reacciones químicas que se producen en nuestro cuerpo. En donde, curiosamente, el control lo tiene el cerebro y no el estómago. ¿Quién no ha suplido un momento de soledad, tristeza o aburrimiento con una visita a la nevera? Esto sucede porque cuando ingerimos algún alimento nuestras neuronas segregan una hormona llamada dopamina, relacionada con los procesos de placer, felicidad y satisfacción, la cual provoca en nosotros una sensación de tranquilidad, ánimo y gozo. Ahora podemos entender mejor porque los encuentros amorosos suelen estar precedidos de una situación culinaria.
Meetic, el portal de búsqueda de pareja y amistad a través de Internet, se interesó por esta relación y en su estudio sobre el amor y la comida confirmaron que a los europeos les gustaba conquistar a sus posibles parejas a través del estómago, como suele decirse. Los más numerosos, un 35 por ciento de los encuestados, señalaron que su opción favorita para una primera cita era acudir a un restaurante tradicional; también hay quien prefiere demostrar sus habilidades culinarias (un 14 por ciento manifestó que prefería invitar a su pareja a casa y cocinar), o por qué no, pasándole la responsabilidad a otro (un cinco por ciento contemplaba la idea de acudir a cenar a casa de un amigo acompañado de la nueva pareja). Entonces, ¿es cierto que a través de la alimentación podemos ser mejores amantes y reproductores? Veamos cómo.
Creado: 24 de enero de 2013