Tahini: cómo preparar pasta de sésamo
Actualizado: 10 de julio de 2024
En la cocina árabe, el tahini o pasta de sésamo es un ingrediente muy habitual. Consiste en una crema hecha con semillas de sésamo, tostado o sin tostar, y se utiliza mucho en preparaciones como el hummus, esa deliciosa crema de garbanzos cocidos que es el plato estrella de los países de Oriente Medio. Sin embargo, no es su único uso, además puede utilizarse para otras muchas preparaciones como guisos, salsas o, incluso, para tomar sólo untado en unas rodajas de pan. A lo largo del siguiente texto te contamos cómo puedes hacer tahini casero con tan sólo dos ingredientes y desarrollamos qué usos específicos le puedes dar en la cocina.
Sésamo: un alimento saludable y muy versátil
Las semillas de sésamo provienen de una planta homónima, o también Sesamum indicum si optamos por su nombre científico. Sobre su origen depende de la fuente consultada nos remitirán a África o Asia, pero lo que parece estar más claro es que es una de las plantas más antiguas: algunos historiadores creen que podría cultivarse desde hace más de 5.000 años. Los viajes al continente americano desde el siglo XVI y la posterior globalización han situado el sésamo alrededor de todo el mundo. La planta, de hojas pequeñas de entre 1 y 8 centímetros y que puede alcanzar hasta un metro y medio de altura, da unas flores en forma de campana en tonos rosados o blancos y un fruto con forma de cápsula. Es en el interior de esa cápsula donde se esconden hasta 60 semillas de sésamo.
El sésamo es, en principio, un alimento saludable. Podemos destacar que estas semillas aportan a nivel nutricional ácidos grasos esenciales, proteínas, minerales (especialmente calcio: 10 g de semillas de sésamo aporta 100 mg de calcio) y antioxidantes, componentes muy interesantes en el marco de una dieta saludable. Si nos centramos en este alimento por sus beneficios, es imprescindible recordar que los alimentos por sí mismos no deben ser considerados como superalimentos por destacables que sean sus componentes nutricionales. The European Food Information Council (EUFIC) ya ha advertido en diversas ocasiones sobre la importancia de aumentar el número de alimentos saludables en nuestra dieta en lugar de centrar la atención en unos alimentos determinados. Y, por supuesto, limitar al máximo hábitos insanos.
Se pueden distinguir tres tipos de sésamo: dorado (o sin pelar), negro y blanco. Sus usos son de lo más variado, siendo lo más habitual encontrar el sésamo en crudo, tostado o en forma de un producto procesado como el aceite. Es con las semillas crudas o tostadas con las que se hace el tahini o tahina, una pasta exquisita que aporta un sabor muy característico y que ofrece una gran versatilidad en la cocina. Platos salados o dulces, calientes o fríos, las opciones gastronómicas con esta pasta son de lo más variado.
Usos del tahini en la cocina: cómo incluirlo en tus platos
Recogemos a continuación algunos los usos que podemos darle en la cocina a esta preparación de la cocina árabe:
-
Crema para untar
Un uso delicioso es como sustituto de la mantequilla para untar sobre una rodaja de pan. Se le puede añadir por encima fruta fresca cortada en rodajas (fresa, plátano y cereza combinan muy bien) o unos frutos rojos para disfrutar de una tostada tan saludable como deliciosa. La canela también le va muy bien, podemos añadir un poquito sobre la tostada. Otra idea: cocinar una manzana cortada y a la que añadiremos una pizca de canela en el micro un par de minutos. Una vez cocinada, extender sobre la tostada de tahini y a disfrutar. Si deseamos un uso más salado, basta con espolvorear sobre la tostada de tahini un poco de pimentón dulce o picante, un chorrito de aceite de oliva virgen y unas almendras molidas.
-
Para hacer salsas
Ensaladas, verduras horneadas, carnes o pescados adquieren un sabor delicioso con una salsa basada en tahini. Las opciones son muy diversas, desde un pesto a una salsa de tipo vietnamita, pero aquí una idea sencilla y rápida: incorporamos en un bote de cristal con tapa dos cucharadas soperas abundantes de tahini, dos cucharadas soperas de salsa de soja, dos cucharadas de agua, un buen chorro de aceite de oliva, el zumo de medio limón y una piza de jengibre molido. Tapamos, movemos muy fuerte y listo, tenemos una salsa perfecta para cualquier plato salado que imaginemos. Con una ensalada, por ejemplo, va perfecta.
-
Para mojar
Como salsa para mojar es un éxito seguro. Podemos hacer unos palitos vegetales (apio, zanahoria, pepino, calabacín, brócoli…) que mojaremos en el tahini o pasta de sésamo. Podemos disponer también unos triángulos de maíz o unos palitos de pan o regañás. Es un picoteo muy saludable, ideal para reuniones y celebraciones o para el aperitivo del fin de semana.
-
Para dar sabor a patés vegetales
Patés vegetales como el baba ganush (puré de berenjena) y el hummus quedan perfectos si añadimos una cucharada de tahini en la preparación. Le aportan un sabor muy especial y cierta consistencia. Éste es probable su uso más conocido, sobre todo si hacemos la receta tradicional de estas preparaciones.
-
En guisos
La pasta de sésamo puede utilizarse en sustitución del aceite de oliva por ser un producto graso. Queda muy bien en recetas como guisos de carne o seitán y en currys de verduras. Una idea: si añadimos al sofrito que hagamos para un curry de verduras una cucharada de tahini le daremos un toque exquisito.
-
En batidos
También podemos añadir tahini a un batido. Una idea: incorporar a un vaso batidor un vaso de bebida vegetal, un plátano, una cucharada de tahini y una pizca de canela. Triturar hasta conseguir la textura de un batido y listo. Es muy sencillo y puede ser una merienda deliciosa para sorprender a los más peques de la casa.
Receta de tahini casero: cómo hacer pasta de sésamo en casa
Actualmente podemos encontrar el tahini o tahina en la mayoría de supermercados y grandes superficies de alimentación. En los últimos años incluso es frecuente encontrarlo en herbolarios y tiendas específicas de alimentación vegetariana o vegana. Su precio por cada 200 gramos oscila entre los 3 y los 6 euros, en función si se trata de productos ecológicos o no.
También podemos preparar tahini en casa, sólo necesitamos dos ingredientes y, eso sí, un buen procesador de alimentos o batidora. Una vez hecho aguanta en buen estado varios meses en la nevera. A medida que pasa el tiempo puede quedar algo más seco. Para que esto no ocurra es recomendable moverlo antes de cada uso para que el aceite que queda en la superficie se integre en el resto de la pasta. ¿Te animas a prepararlo? Allá vamos.
- 200 gramos de semillas de sésamo tostadas
- 3 cucharadas soperas de aceite de sésamo o de oliva
- En un procesador de alimentos o en el vaso de una batidora potente añadimos los 200 gramos de sésamo y el aceite. Puedes usar el que prefieras, pero el de sésamo y el de oliva le van muy bien.
- Trituramos con paciencia hasta obtener una masa espesa pero a la vez cremosa. Al principio puede parecer que no va a salir porque tarda un tiempo en estar lista, pero la propia grasa del sésamo hace que sea fácil lograr la pasta.
- Una vez lista la incorporamos a un bote de cristal con tapa y ya estaría lista para usar a nuestro gusto. En nevera aguanta bastante tiempo sin que llegue a estropearse por lo que no tengas miedo a usar tan poca cantidad en cada receta porque se termina gastando antes de lo que parece.
Creado: 27 de mayo de 2020