Ensaladas frescas para el verano
Con permiso del gazpacho, la ensalada es la reina del verano. Su éxito radica en ser una preparación fresca, fácil de combinar, rápida, que se puede tomar en cualquier parte y que facilita el cuidado de la línea.

Tipos de lechugas para tu ensalada

Por: Adriana Hernández

Social Media Manager y periodista experta en nutrición y vida sana

Por: José González Sancho

Periodista especializado en salud y bienestar

Actualizado: 11 de abril de 2024

Descubre los diferentes tipos de lechuga que aportarán un toque de color y forma a tus ensaladas, sobre todo si los escogemos como ingrediente base:

  • Romana

    Lechuga Romana

    También llamada lechuga romanita, italiana o cos y en España como oreja de mulo. Rica en proteínas, es la más común y la que se utiliza en la ensalada César. Tiene un sabor ligeramente amargo. De forma alargada, sus hojas son vigorosas y crujientes, de color verde claro. Combina bien con cualquier ensalada, con frutas, pavo…

  • Iceberg

    Lechuga Iceberg

    Su forma es similar a un repollo, redondeada y crujiente, de sabor suave, ocupa poco espacio aunque es difícil quitar las hojas si no conoces el modo adecuado (te enseñamos cómo en el vídeo que puedes ver abajo). Se utiliza en ensaladas simples, tacos, sándwiches o hamburguesas.

  • Escarola

    Escarola

    Existe un tipo liso y verde y otro morado y rizado. Es más habitual en invierno. Su sabor entre dulce y amargo hace que combine bien con frutas ácidas como los cítricos, cebollas y con frutos secos, así como con vinagres intensos. Puedes probarla en una ensalada otoñal con vinagreta o bien en xató o xatonada (típica ensalada catalana).

  • Hoja de roble

    Lechuga hoja de roble

    Sus hojas son grandes, onduladas y sus tonalidades van del verde al marrón, de sabor fresco y crujiente, tirando a suave. Procedente de la achicoria, es una de las lechugas más apreciadas dentro de las ensaladas variadas conocidas como mezclum. También combina muy bien con quesos, frutas y con otras lechugas. Puedes probarla en una ensalada con escabeches.

  • Batavia

    Lechuga Batavia

    Mientras que sus hojas son de un color verde intenso, los extremos son rojizos y su sabor tiene un gusto algo ácido. Es mejor mezclarla con otras lechugas, así como pollo, frutos secos o salmón, y consumirla rápido, ya que se oxida con facilidad. Puedes probarla en una ensalada caliente con queso de cabra.

  • Lechuga Lollo rosso

    Lechuga Lollo rosso (rojo)

    De origen italiano como anticipa su nombre, sus hojas son rizadas y de tono rojizo. Su sabor tira a ser amargo, pero es suave, y por su color se usa mucho en combinación con otras lechugas, pero también encaja bien con hierbas aromáticas, tomatitos cherry, y carnes como el pato o el jamón. También puede usarse para preparar wraps, sándwiches vegetales o para servir tablas de quesos. Pruébala en ensalada italiana.

  • Lechuga trocadero
    Lechuga Trocadero

    De color oscuro intenso, es sin embargo de hojas tiernas, finas y mantecosas, aunque de sabor tirando a intenso. También llamada lechuga francesa, puedes probarla en una ensalada oriental, y conjuga bien, además de con sencillos tomates cherry o pepino, con salmón, bacalao, queso feta, pollo, alcaparras, frutos secos y aliños suaves.

  • Cogollo

    Cogollos de lechuga

    Los más conocidos son los de Tudela, de hojas verdes apretadas y corazón amarillo. También llamada miniromana, es de gusto intenso y algo ácido. Puedes probarlos en la ensalada Waldorf. Combina bien con anchoas, bonito, pimientos y vinagretas fuertes.

  • Endivia

    Endivias

    Puede ser blanca o roja, tiene un sabor amargo y refrescante que combina bien con cremas de nata, queso o yogur. Se conoce también como achicoria de Bruselas y puede comerse cruda (con manzana, cebolletas, alcaparras…), hervida, al vapor, gratinada con queso, a la parrilla o incluso al microondas. 

  • Espinaca

    Espinacas

    Su temporada va entre los meses de otoño y primavera. Blanda, de sabor y tacto suave, es rica en nitratos, también se puede cocer y utilizar en infinidad de preparaciones. Puedes disponer de ellas en conservas o congeladas, y probarlas en cualquier ensalada con quesos y frutos secos. Aunque no es tan rica en hierro como Popeye nos intentaba hacer creer, sí lo es en vitaminas A y C, magnesio y manganeso.

  • Canónigo

    Canónigos

    Se distingue por la particular disposición de sus hojas verdes en forma de ramillete. Su sabor recuerda a la nuez o la avellana, con un fondo algo picante, de ahí que combine bien con frutos secos. Puede tomarse en preparaciones frías y calientes, y puedes degustarla en una sencilla ensalada con queso, nueces y granada.

  • Lechuga Salanova
    Lechuga Salanova

    Algo más pequeña que las convencionales, y de origen holandés, se vende con la raíz por lo que se conserva durante más tiempo, y sus hojas se separan con facilidad. Dentro de la salanova podemos encontrar diferentes variedades, por lo que su sabor variará en función de la elegida y puede usarse en las mismas ensaladas que la trocadero, la lollo rojo o la hoja de roble. Le pegan preparaciones sencillas (con apio, rábanos, pollo, fresas…).

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Cómo quitar el corazón de una lechuga para sacar las hojas en tres segundos

Para quitar el corazón de una lechuga en menos de tres segundos, el método más rápido y eficaz es el siguiente:

  1. Sujeta la lechuga firmemente con las dos manos, con el tallo o base hacia abajo.
  2. Golpea con fuerza la base del tallo contra una superficie dura, como la encimera de la cocina.
  3. Gira la lechuga y tira del tallo hacia afuera. Esto debería sacar el corazón de la lechuga, dejándote con las hojas listas para ser utilizadas.

Este método es especialmente útil con lechugas tipo iceberg, que tienen un núcleo más definido y duro. La ventaja de este método es que es rápido, no requiere herramientas adicionales y minimiza el desperdicio, permitiéndote utilizar la mayor cantidad posible de hojas de la lechuga.

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Creado: 25 de julio de 2012

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