Un uso adecuado de los alimentos funcionales puede reducir costes sanitarios

Los alimentos funcionales, usados adecuadamente, pueden llegar a disminuir el gasto sanitario ocasionado por los problemas de salud de la población. Al menos esto es lo que opinan los expertos reunidos en el Ciclo de Conferencias-debates sobre Alimentación y salud en la actualidad: Revisión crítica, organizado por la Real Academia Nacional de Medicina con la colaboración del Instituto DANONE.

Los alimentos funcionales ayudan tanto a compensar ciertas carencias nutricionales, como a prevenir el desarrollo de numerosas patologías

Los especialistas que asisten al evento han querido señalar que en los últimos años se ha multiplicado la demanda de productos enriquecidos con vitaminas y otras sustancias con efectos beneficiosos sobre la salud, como los alimentos funcionales, que sirven tanto para compensar ciertas carencias nutricionales como para prevenir la aparición de patologías como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares o los trastornos del sistema inmunitario. Y que esto está relacionado con el mayor conocimiento que tiene la población sobre la importancia que tiene seguir una alimentación equilibrada para mejorar y mantener la salud.

Actualmente tenemos a nuestra disposición en los supermercados una gran variedad de alimentos funcionales, como leche y zumos a los que se ha añadido calcio y vitamina D para prevenir la osteoporosis, leches fermentadas para estimular las defensas, productos lácteos, huevos y zumos que incluyen omega-3 (que beneficia al aparato cardiovascular), cereales con fibra para corregir el estreñimiento…

El catedrático de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona, Abel Mariné, ha explicado que el consumo de alimentos considerados funcionales, en su justa medida, incrementa la calidad de nuestra dieta y contribuye a prevenir algunas enfermedades y a reducir su sintomatología cuando ya se padecen, lo que permite reducir el gasto sanitario y el empleo de medicamentos. El experto advierte, sin embargo, que no es aconsejable que la población sana abuse de este tipo de alimentos que, en exceso, pueden llegar a ser perjudiciales para la salud, y que están especialmente indicados para personas que presenten factores de riesgo para desarrollar determinadas patologías, en cuya prevención o tratamiento ya se haya comprobado su eficacia.

Fuente: Real Academia Nacional de Medicina (RANM)