Valor nutricional y dietético del melón
Actualizado: 17 de julio de 2024
Valor nutricional del melón
El melón es un fruto de contenido energético bajo (33 Kcal/100g), que aporta una gran cantidad de agua (cerca del 90%), y destaca por su contenido en potasio, carotenoides (sobre todo las variantes de pulpa naranja) y vitamina C. Respecto a los macronutrientes, su contenido en azúcar es bajo (no llega a los 6g/100g) lo que la convierte en una fruta interesante para los diabéticos.
Es una buena fuente de hidratación en verano y su bajo contenido calórico lo convierte en un gran aliado en las dietas de adelgazamiento. Una rodaja aporta más de la mitad de la cantidad diaria recomendada de vitamina C, con lo que dos tajadas (lo que viene siendo una ración de consumo habitual) sirve para cubrir las necesidades de esa vitamina. A diferencia de su prima lejana la sandía, su contenido en potasio deberá ser tenido en cuenta por pacientes renales, puesto que una ración puede rozar el gramo.
Composición nutricional del melón (por cada 100 gramos) | |
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Calorías | 28-34 kcal |
Agua | 90-92% |
Proteínas | 0,6-0,84 g |
Grasas | 0,2 g |
Carbohidratos | 6-8 g |
Fibra dietética | 0,9-1 g |
Vitamina C | 25-36 mg |
Vitamina A | 169 µg |
Folato (B9) | 21-30 µg |
Potasio | 267-320 mg |
Magnesio | 12-17 mg |
Calcio | 9-14 mg |
Sodio | 14-16 mg |
Fósforo | 18 mg |
Hierro | 0,2-0,4 mg |
Fuente: USDA / Ministerio de Agricultura y pesca |
Beneficios del melón para la salud
El melón no solo nos refresca los veranos y nos endulza los podstres, también ofrece una variedad de beneficios para la salud respaldados por investigaciones científicas, estos son algunos de ellos:
- Fuente de hidratación: como decíamos, el melón es una excelente fuente de hidratación debido a su alto contenido de agua (90%). Varios estudios, como el conocido Hydration and health publicado en 2010, destacan la importancia de las frutas ricas en agua, como el melón, para mantener la hidratación y una función renal adecuada.
- Salud cardiovascular: su contenido en potasio ayuda a mantener la presión arterial bajo control y apoya la función cardiovascular, tal y como apunta un estudio del departamento de medicina del Brigham and Women's Hospital and Harvard Medical School.
- Salud digestiva: la fibra dietética del melón promueve una digestión saludable y el crecimiento de una buena microbiota intestinal, todo lo cual puede ayudar a prevenir el estreñimiento.
Control de peso: el melón es bajo en calorías y alto en agua, lo que lo convierte en una excelente opción para la pérdida de peso y el control del apetito, tal y como apuntan algunas investigaciones, que también sugieren algunas frutas como el melón dulce pueden promover niveles saludables de azúcar en la sangre. y es que, si bien el melón proporciona carbohidratos que pueden aumentar el nivel de azúcar en la sangre de manera temporal, también aporta fibra y otros nutrientes que pueden ayudar a mejorar el control del azúcar en la sangre con el tiempo.
- Inmunidad: el melón es rico en vitamina C, que es esencial para fortalecer el sistema inmunológico, ayudando a prevenir infecciones, como por ejemplo reduciendo la duración y la gravedad de los resfriados.
- Salud ocular: la vitamina A y los carotenoides en el melón son esenciales para la salud ocular y la prevención de enfermedades oculares. Un estudio en Ophthalmology encontró que una ingesta adecuada de vitamina A y carotenoides puede reducir el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad (DMAE). La variedad Honeydew es rica en luteína y zeaxantina, dos antioxidantes claves para perevenir la pérdida de visión relacionada con la edad.
- Salud de la piel: la vitamina C y los antioxidantes, presentes en el melón, son cruciales para mantener la salud de la piel y reducir los signos del envejecimiento, al proteger la piel contra el daño UV y mejorar la elasticidad de la piel .
Mitos sobre el melón: ¿se digiere peor por la noche?
“El melón por la mañana oro, por la tarde plata y por la noche mata!” (dicho popular). El melón es de esas frutas con algunos mitos alrededor, consecuencia de las creencias populares. El dicho anterior ya lo refleja así, algo que estamos demasiado acostumbrados a oír: el melón consumido por la noche es de difícil digestión. Es más que probable que esta creencia venga de la antigua medicina, la cual prescribía comer el melón, los higos y las moras al principio de la comida.
Además, en la Edad Media los médicos recomendaban comer ciertas frutas con otros alimentos y condimentos. El melón no se salvaba de esa cruz, y se aconsejaba consumirlo con queso o alguna carne muy condimentada, sal o azúcar para “evitar que se pudra”. Es más que probable que la costumbre de comer melón con jamón venga de ahí. De hecho, el gran Alejandro Dumas en su Grand Dictionnaire de Cuisine describía que “para que el melón sea digestivo, dicen algunos gastrónomos, que hay que comerlo con pimienta y sal, y beber con él medio vaso de vino de madera o más bien de marsala”.
Sin embargo, no existe evidencia científica que nos haga desaconsejar consumir el melón después de comer como postre, o durante la noche. Cierto es que hay personas que digieren mejor o peor determinados alimentos, así que aplicando el sentido común estaremos protegidos: si un alimento no sienta bien simplemente hay que dejar de consumirlo y escoger otros que no den problemas. Generalizar con estas afirmaciones es un error que nos puede llevar a perdernos disfrutar de algunos alimentos, como es el caso del rico melón.
Creado: 19 de agosto de 2014