Cómo conservar los alimentos en la nevera
Para una buena higiene alimentaria y sacar partido a tu nevera debes saber cuál es la zona más adecuada para guardar cada alimento y cuáles debes evitar meter en el frigo. Toma nota de cómo mantenerla limpia.

Cómo mantener la nevera limpia

Mujer limpiando la nevera

Para limpiar el interior de la nevera elige productos específicamente indicados para ello, que no resulten agresivos ni dejen un olor fuerte.

Por: Leire Moneo

Periodista experta en alimentación

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Mantener el frigorífico en perfecto estado de conservación y limpieza es la mejor garantía de que los alimentos se conservan correctamente. Resulta obvio, pero lo cierto es que no siempre lo cumplimos a rajatabla. En el mercado existe un gran número de productos especialmente diseñados para limpiar el frigorífico, que no resultan demasiado agresivos ni dejan olores fuertes en el interior de la nevera.

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Sin embargo, también es posible optar por alternativas naturales como limpiadores a base de limón o vinagre, así como el bicarbonato que diluido en agua tibia puede ser ideal para limpiar el interior del frigorífico y evitar los malos olores.

Algunos buenos consejos que debemos seguir a la hora de desinfectar la nevera son:

  • Limpiar rápidamente cualquier derrame que se produzca en el interior del frigorífico, más aún cuando se trata de alimentos frescos como carnes o pescados. Los jugos vertidos en la nevera pueden implicar la aparición de bacterias comunes como la listeria monocytogenes, patógeno responsable de graves intoxicaciones alimentarias y que aguanta muy bien el frío.
  • Aunque a simple vista las superficies de la nevera puedan parecer limpias, es necesario fregar el interior del frigorífico a menudo y realizar una limpieza a fondo, al menos una vez al año.

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Cómo limpiar el frigorífico

Cómo hacer una limpieza profunda de la nevera en 6 pasos

  1. Realizar una limpieza a fondo del frigorífico supone vaciarlo por entero. Por ello, es necesario apagar el frigorífico, ya que suele implicar tener la nevera abierta durante un largo rato, por lo que así evitamos gastar energía. Además, puedes ir aprovechando para tirar aquellos productos estropeados.
  2. Además de limpiar las baldas más accesibles, los cajones, las partes desmontables y las paredes, también es necesario profundizar en la limpieza de las juntas de las puertas, tanto de la nevera como del congelador. Antes de colocarlas de nuevo recuerda secarlas bien con un paño limpio.
  3. El interior de la nevera puede limpiarse con un trapo o bayeta humedecida bien con productos de limpieza específicos o con soluciones caseras, como la mezcla de agua y vinagre.
  4. También es aconsejable acceder hasta la bandeja de drenaje, pues aquí se acumula el líquido que se desprende del frigorífico. En este caso, sí podemos utilizar lejía para desinfectar bien esta zona.
  5. Y aprovechando que la nevera está vacía y pesa menos, es aconsejable moverla de sitio para limpiar bien el suelo y la pared sobre la que se apoya. Además, resulta recomendable limpiar el polvo y la suciedad que se acumula justo detrás del frigorífico y que habitualmente no vemos, ya que si se almacena en exceso puede recalentar la nevera y dificultar su funcionamiento.
  6. No olvides tampoco limpiar la parte exterior de la nevera, con especial atención a la puerta y el tirador, y dejar también limpios los frascos y tarteras que vaya a guardar.

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Creado: 2 de diciembre de 2015

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