Cómo comprar verdura
Aquí tienes una guía con consejos para no fallar en la compra de vegetales: desde cuáles son las verduras de temporada, dónde es mejor adquirirlas, en qué características de su aspecto debes fijarte, o cómo conservarlas.

Cómo conservar las verduras en casa

Por: Adriana Hernández

Social Media Manager y periodista experta en nutrición y vida sana

Actualizado: 5 de mayo de 2023

Sabemos que no es fácil conservar durante mucho tiempo las hortalizas al tratarse de alimentos muy perecederos, pero si quieres aumentar el tiempo de conservación de tus verduras tras comprarlas y guardarlas en casa, aquí tienes unos trucos muy valiosos:

  • Parece obvio, pero no compres más de lo necesario. Limítate a la lista que has hecho en casa y no te dejes tentar. No hay nada peor que tener que tirar alimentos sin tocar porque se han estropeado.
  • Si has comprado verduras sueltas y te las han puesto en una bolsa o ya vienen en un envoltorio de plástico, al llegar a casa, perfora la bolsa o sácalos para que no se condense la humedad y puedan seguir respirando; recuerda que son seres vivos. Así, por ejemplo, calabacín, pepinos o berenjenas puedes guardarlos sueltos en el cajón de la nevera. Eso sí, depende de cuáles…
  • Algunas verduras de hoja verde y raíces, como puede ser acelgas, espinacas, rábanos, apio o zanahorias se conservan bien en sus bolsas de plástico, ya que son capaces de reabsorver la humedad que expulsan, tal y como recomienda Mikel López Iturriaga.
  • Al contrario que muchas de las plantas que tienes por casa, las verduras no necesitan la luz para mantenerse. Guárdalas en un lugar fresco, pero no muy frío, esto es en la parte más baja de la nevera o en los cajones y alejados de la luz. Así te pueden aguantar entre cuatro días y una semana. Otras como las patatas, el ajo o la cebolla recuerda que no se guardan dentro de la nevera.
  • Si ya las has cortado, por ejemplo el calabacín o la cebolla sobrante que has usado para el puré o la pizza, puedes taparlos con papel film antes de guardarlos para evitar que se oxiden.
  • Algunas piezas como las minizanahorias o el apio, que a veces han sobrado de un pequeño snack, puedes guardarlas en un recipiente con algo de agua. También puedes poner un ramillete de espárragos o un brócoli en la nevera dentro de un vasito de agua, como apunta El Comidista.
  • ¡Las verduras se pueden congelar! Si haces bien el proceso, sus nutrientes permanecerán y podrás aprovecharlas hasta seis o doce meses después, según el tipo de verdura. Las más adecuados para congelar son: las zanahorias, las coles de Bruselas, los espárragos, las alcachofas y las espinacas. Primero, límpialas bien, elimina las partes que no sean comestibles, trocéalas, escáldalas sumergiéndolas en agua hirviendo y escúrrelas bien. Para descongelarlas, cocínalas sin descongelar y con poco agua para que no pierdan sus nutrientes. Puedes hacerlas al vapor, a la plancha o al microondas.

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Creado: 21 de febrero de 2011

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