E. coli, una bacteria peligrosa
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
Un brote de Escherichia coli desató en 2011 una alarma sanitaria en Alemania, porque aunque normalmente este tipo de infección cursa con síntomas moderados o leves, y cura sin tratamiento, en este caso la infección causó más de 50 muertes y más de 1.000 personas infectadas. Pero ¿es realmente tan peligrosa?
Miles de personas sufren esta infección cada año en Europa, y los especialistas desconocen por qué motivo la bacteria provoca síntomas leves en la mayoría de los afectados, llegando en algunos casos a no diagnosticarse la enfermedad por pasar desapercibida, mientras que en otros desencadena la producción de una peligrosa toxina llamada Shiga, que ataca a los glóbulos rojos y puede dañar la función renal y causar hemorragias, como ocurrió con el brote del síndrome urémico hemolítico de 2011 en Alemania.
Seguramente te preguntarás cómo se propaga la bacteria E. coli, si se puede prevenir el contagio, o si existe un tratamiento efectivo. Respondemos a las dudas más frecuentes.
¿Qué es la Escherichia coli?
La Escherichia coli (E. coli) es una bacteria común que se encuentra en la microbiota del tracto gastrointestinal de los animales y de las personas. Existen muchas cepas de E. coli, y la mayoría resultan inofensivas, sin embargo, existe una variedad peligrosa, la E. coli O157:H7, que produce una poderosa toxina (Shiga) que puede originar graves enfermedades, como el Síndrome Urémico Hemolítico, que puede desencadenar un fallo renal.
¿Cómo se propaga la E. coli O157:H7?
Cuando la bacteria E. coli contamina accidentalmente los alimentos destinados al consumo humano, la enfermedad se propaga entre aquellos que han ingerido dichos alimentos. La carne de ganado vacuno, incluso aunque aparentemente tenga buen aspecto, suele ser la principal vía de infección, sobre todo si la carne se comercializa picada, o cuando se cocina de forma insuficiente. La E. coli puede vivir también en las ubres de las vacas, por lo que puede estar presente en la leche si no ha sido pasteurizada.
Los vegetales crudos que se hayan regado con aguas contaminadas o hayan entrado en contacto con heces de animales infectados con la bacteria, así como aquellos que se hayan lavado con agua sucia pueden contener también E. coli O157:H7. Además, la bacteria puede propagarse a través del agua potable, los lagos o las piscinas con aguas residuales, y también la pueden extender las personas que no se lavan bien las manos después de ir el baño, y tocan objetos (por ejemplo el picaporte de la puerta) o las manos de otra persona, o manipulan alimentos o utensilios de cocina.
¿Cuáles son los síntomas que provoca?
El periodo de incubación (el tiempo que transcurre entre la infección y la manifestación de los síntomas) suele durar entre 24 y 72 horas aproximadamente, y comienza con dolores abdominales tipo cólico y una diarrea intensa, a menudo acompañada de sangre. Normalmente los afectados no presentan fiebre (o esta es muy leve) ni vómitos.
Por lo general, la enfermedad remite en unos días y, si se trata correctamente, no presenta complicaciones ni deja secuelas. Sin embargo, algunas personas, especialmente los niños pequeños y los ancianos, pueden desarrollar una grave complicación denominada síndrome hemolítico urémico, que afecta a los riñones, y puede llegar a provocar la muerte, sobre todo si el paciente está inmunodeprimido.
¿Cómo se trata esta enfermedad?
La mayoría de los afectados se recuperan espontáneamente en un plazo aproximado de una semana a diez días. El tratamiento tiene por objeto controlar los síntomas de la infección, como la deshidratación y las alteraciones electrolíticas producidas por la diarrea, y los problemas renales si se presentan.
El uso de antibióticos no ha demostrado ser eficaz para combatir esta enfermedad, ya que el daño principal parece causarlo la toxina y no la bacteria en sí, por lo que no se suelen administrar.
¿Cómo se puede prevenir la infección por E. coli?
Lo más importante para darle esquinazo es evitar los focos de contagio. Por ejemplo siguiendo las siguientes recomendaciones:
¿Fueron los pepinos españoles la causa del brote alemán?
Las autoridades alemanas habían responsabilizado del brote mortal de Escherichia coli, que dejó varios muertos en el país germano y uno en Suecia, a un lote de pepinos andaluces. De ahí que también se conociera este brote como la crisis del pepino. Sin embargo, nuevos análisis realizados en los pepinos procedentes de España han demostrado que dos de ellos no portaban la cepa de la bacteria que ha provocado las muertes. En el otro, se ha detectado una cepa de E. coli, pero que no ha resultdo ser la variedad letal causante de la epidemia en Alemania.
Así lo confirmó la entonces senadora responsable de asuntos sanitarios de Hamburgo, Cornelia Storck. No obstante, el tiempo que estuvo sin saberse a ciencia cierta cuál es la fuente casos de síndrome hemolítico-urémico (SHU), varios países, entre ellos Alemania y Rusia, cerraron sus fronteras a los productos hortícolas con procedencia española, lo que generó pérdidas económicas multimillonarias. Posteriormente, se apuntó a brotes de soja alemanes, y a brotes de fenogreco procedentes de Egipto, como la causa más probable del origen de este brote.
Creado: 30 de mayo de 2011