Lavar el pollo crudo aumenta el riesgo de intoxicación
17/06/2014
Una costumbre muy extendida, lavar el pollo crudo antes de cocinarlo, incrementa el riesgo de que la bacteria Campylobacter se propague a las manos, la ropa, las superficies de trabajo y los utensilios de cocina, a través de la salpicadura de las gotas de agua, según ha advertido la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA).
Catherine Brown, presidenta de la FSA, ha explicado que por lo general las personas suelen seguir las recomendaciones para manipular aves de corral, como lavarse las manos tras tocar el pollo crudo y comprobar que se ha cocinado completamente antes de servirlo. Sin embargo, es muy habitual que la gente lave el pollo crudo, y esta práctica favorece la propagación de Campylobacter, una de las causas más frecuentes de intoxicación alimentaria.
Por lo general, la infección por Campylobacter se contrae a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados, o al entrar en contacto con restos fecales infectados. Los síntomas más habituales son diarrea, molestias abdominales, fiebre, malestar general, y náuseas o vómitos.
Es habitual que la gente lave el pollo crudo, lo que favorece la propagación de Campylobacter, una de las causas más frecuentes de intoxicación alimentaria
Aunque estos trastornos se suelen resolver espontáneamente en unos días, esta intoxicación puede causar problemas de salud a largo plazo, por lo que la prevención de la infección por Campylobacter, que se basa sobre todo en adoptar unas medidas higiénicas apropiadas, es importante para evitar complicaciones indeseadas.
En cuanto al tratamiento a seguir, es necesario mantener al paciente bien hidratado y reponer sus electrolitos para compensar las pérdidas a causa de la diarrea o los vómitos, e introducir poco a poco la dieta sólida en varias pequeñas tomas a lo largo del día, incluyendo alimentos astringentes y ricos en potasio, y evitando otros como las grasas, los lácteos, las frutas o los dulces.
Actualizado: 29 de noviembre de 2016