Origen de la intoxicación por ciguatera y por qué ha llegado a Europa
Actualizado: 5 de mayo de 2023
La intoxicación por ciguatera no es un fenómeno nuevo. Algunos estudios –como este del Instituto Tecnológico de Florida– ya relacionan su incidencia con movimientos migratorios y cambios en la dieta en Polinesia entre el año 1000 y el 1450. La primera información que se recoge sobre una intoxicación por ciguatera se remonta a 1511. Fue Pedro Mártir de Anglería, cronista de Indias, quien informó de su aparición en las Antillas Occidentales. En 1606, Fernández de Quirós recogió el primer caso de intoxicación masiva en el Pacífico, y posteriormente el conocido Capitán James Cook recogió varios brotes sufridos por su tripulación en 1774.
El término se lo asignó Antonio Parra en 1787 en Cuba, al asociarlo con la indigestión por consumo de cigua, un tipo de caracol. Posteriormente esta denominación pasó a designar la intoxicación producida por consumir pescado de los arrecifes tropicales.
Actualmente está considerada la enfermedad de transmisión alimentaria más frecuente, ya que cada año se producen entre 20.000 y 50.000 casos en todo el mundo. Sin embargo, se cree que esta cifra solo representa entre el 10 y el 20% de los casos reales, ya que muchos no se registran en las estadísticas oficiales porque si los síntomas no son graves los pacientes no acuden a los servicios médicos y, si lo hacen, los propios sanitarios no conocen la enfermedad y no pueden declararla.
La intoxicación por ciguatera es endémica de áreas tropicales y subtropicales (Océano Pacífico, Índico y Mar Caribe) con temperatura alta (entre 20 y 30ºC), baja exposición solar, y a una profundidad de entre uno y cuatro metros. Sin embargo, en 2004 se registró el primer caso en Canarias y desde 2008 se han producido allí 17 brotes que han afectado a 111 personas. También en la isla de Madeira hubo un caso en 2008.
Parece que estas algas están proliferando también en el Mediterráneo y se consideran un riesgo emergente en Europa. Por ello, en 2016 arrancó el proyecto Eurocigua, que durará cuatro años y que tiene como objetivo determinar el riesgo de intoxicación alimentaria por ciguatera en Europa. Está coordinado por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), y participan la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y 14 organizaciones de seis estados miembros.
Este proyecto se une a iniciativas nacionales como el Proyecto CICAN, que estudia la distribución y la ecología de estas microalgas en aguas de Canarias, e internacionales como la Estrategia Global sobre Ciguatera 2015-2019 de la ICO (Comisión Oceanográfica Intergubernamental), organismo de la UNESCO.
Por qué aparecen casos de intoxicación por ciguatera en Europa
Para explicar por qué la intoxicación por ciguatera ha llegado a Europa hay que distinguir dos situaciones.
- La intoxicación es importada: se consume pescado procedente de zonas endémicas, o se ingiere durante un viaje a estas áreas y los síntomas aparecen una vez que el paciente está de vuelta en Europa. El origen sigue estando en el pescado de áreas tropicales, y no tiene relevancia para la salud pública.
- La intoxicación se produce por consumo de pescado autóctono, como en los casos detectados en Canarias y Madeira, lo que quiere decir que las microalgas ya se localizan en aguas europeas y esto es lo que ha llevado a considerarlo un riesgo emergente y a implementar medidas para controlarlo.
¿Cómo han llegado las microalgas a nuestro entorno? Las investigaciones apuntan a que el cambio climático puede estar jugando un papel importante al incrementar la temperatura de la superficie marina y la concentración de dióxido de carbono, permitiendo que las algas se muevan a otras latitudes.
Creado: 12 de julio de 2017