Tabla de cortar: materiales, usos y cómo limpiarla bien
Actualizado: 4 de mayo de 2023
Todos estaremos de acuerdo en que la tabla de cortar alimentos es un elemento imprescindible en nuestras cocinas. Y es que, no solo nos facilita la tarea de despiece de la carne, loncheado de quesos y embutidos o corte de verduras, si no que ayuda a que nuestros cuchillos no se deterioren. Pero además de la función obvia que nos indica su nombre también solemos usarla para picar, pelar, deshuesar o sazonar diversas preparaciones.
Las tablas de cortar, así como otras superficies en contacto con los alimentos, pueden ser un vector de transmisión de microorganismos si no se limpian y cuidan adecuadamente. Además, hay que tener en cuenta que el material con el cual estén elaboradas va a influir en su conservación y en su capacidad para trasmitir microorganismos desde un alimento crudo a otro.
Por todo ello, hay una serie de consideraciones que debemos tener en cuenta a la hora de elegir y cuidar las tablas de cortar tal y que exponemos a continuación:
¿Cuál es el material más adecuado para una tabla de cortar?
La legislación europea (reglamento 852/2004) nos dice que los materiales en contacto con los alimentos deben ser fáciles de limpiar, lo cual supone que deben estar hechos con materiales lisos, lavables, resistentes a la corrosión y no tóxicos. El plástico suele ser el material que cumple mejor con estos requisitos, aunque es cierto que el uso de tablas de madera está ampliamente extendido.
Las tablas de plástico para cortar alimentos suelen ser lisas y fácilmente lavables, y por estas cualidades se recomienda su elección frente a las tablas de cortar de madera. Sin embargo, las tablas de plástico (de polipropileno, por lo general) debido a su uso, pueden presentar rajas o hendiduras que hacen que su superficie ya no sea lisa. Esto supone que los microorganismos puedan quedar atrapados en esas hendiduras y proliferar, por lo que, en el momento en que una tabla de plástico empieza a estar deteriorada, la debemos desechar y sustituirla por otra.
Por otro lado, estudios recientes han señalado que la superficie de la madera, pese a ser más porosa que la del plástico presenta un mayor efecto bactericida, ya que dificulta el crecimiento de las bacterias en la superficie.
Si optamos por tablas de cortar comida hechas de madera, tenemos que elegir una que sea maciza, evitemos siempre comprar tablas de madera elaboradas de conglomerados o con una superficie porosa (tipo corcho). Al igual que las tablas de plástico, en cuanto presenten hendiduras o astillas tenemos que desecharlas. Debemos leer la etiqueta del fabricante, donde nos indicarán cómo usar adecuadamente las tablas de madera (normalmente, no se pueden lavar en el lavavajillas).
En cualquiera de los dos casos, cuando vayamos a comprar una tabla de cortar, debemos fijarnos en que, en la propia tabla o una etiqueta adherida a la misma, se muestre el símbolo de la copa y el tenedor. Además, en algunos casos pueden aparecer otros símbolos que nos van a permitir hacer un uso adecuado de las tablas de picar. Por ejemplo, el símbolo del lavavajillas nos indica que se puede lavar en este electrodoméstico. Si no aparece, no podemos lavar la tabla de cortar en el lavavajillas.
¿Cuántas tablas de cortar alimentos debemos tener en casa?
Es recomendable disponer de dos tablas de cortar en casa. Una destinada a aquellos alimentos crudos que luego se van a consumir cocinados (como carne y pescado) y otra para los alimentos que se van a consumir crudos (verduras, embutidos, queso).
Si además convivimos con una persona alérgica a un determinado alimento, sería recomendable destinar una tabla de cortar para esos alimentos que presentan el alérgeno en cuestión. Por ejemplo, si vivimos con un celiaco, dejemos una tabla exclusiva para cortar pan, si nuestro compañero de piso es intolerante a la lactosa o alérgico a la leche, destinemos una tabla exclusiva para el corte de los quesos u otros productos que contengan lactosa (¡ojo, muchos embutidos contienen lactosa!).
En los últimos tiempos se han popularizados tablas de cortar de diferentes colores para identificar cuál usar para cada tipo de alimento y evitar así mezclas indeseadas que pudieran conllevar algún riesgo de contaminación cruzada. Así, podríamos hablar de seis tipos:
- Tabla de cortar roja: se usaría para las carnes rojas (cordero, ternera)
- Tabla de cortar amarilla: para las carnes blancas (pollo, pavo, conejo)
- Tabla marrón para carnes cocinadas, procesados y embutidos
- Tabla verde para frutas y verduras
- Tabla de cortar blanca usada para cortar pan, pasta, repostería o quesos
- Tabla azul para preparar pescados o marisco
Peligros presentes en una tabla de cortar
Los alimentos crudos suelen presentar pequeñas cantidades de microorganismos patógenos como Salmonella y Campylobacter (en aves de corral), Listeria y E.coli (en productos cárnicos y vegetales crudos). Estos seres vivos microscópicos, a temperatura ambiente y con una fuente de alimento próxima, se multiplican exponencialmente.
Es por ello que, tras cortar un alimento crudo (carne y pescado principalmente) en una tabla de cortar debemos lavarla a fondo con agua y jabón antes de volver a cortar otro alimento en ella.
Cómo limpiar tu tabla de cortar alimentos paso a paso
Las tablas de cortar para cocinar (al igual que cualquier herramienta usada en este proceso, por ejemplo, un cuchillo), deben lavarse inmediatamente después de su uso. Y siempre se deben limpiar cuando se haya manipulado un alimento crudo.
Para ello, las tablas de cortar se deben limpiar siguiendo estos pasos:
- Eliminar los restos de alimentos (a poder ser con un papel desechable).
- Enjuagar con agua.
- Aplicar un detergente o jabón de cocina y aclarar con abundante agua (a poder ser, caliente).
- Secar lo antes posible con papel desechable.
Algunas tablas de cortar se pueden lavar en el lavavajillas usando agua caliente y jabón. Eso sí, es recomendable vaciar el lavavajillas lo antes posible y secar la tabla (si ha quedado restos de agua).
Creado: 19 de agosto de 2020