Alimentos recomendados en la fibromialgia y cuáles evitar

Para las personas con fibromialgia es especialmente importante tener una alimentación equilibrada que aporte los nutrientes necesarios y evite el exceso de grasas o las calorías vacías que pueden conducir al sobrepeso o la obesidad, además de agravar los síntomas de la enfermedad. Marta González Caballero, dietista diplomada por el CESNID, directora del centro Come para Nutrirte y autora de varios libros sobre nutrición, nos proporciona una lista de los alimentos que no deben faltar en la dieta de un enfermo de fibromialgia.

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  Verduras y hortalizas, ricas en calcio, potasio, vitamina C, ácido fólico y betacarotenos: lechuga, endivia, escarola, zanahoria, cebolla, apio, col, pepino…

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  Frutos secos, como las almendras o las castañas, contribuyen con buenos niveles de calcio y ácidos grasos omega 3.

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  Cereales, pan y pastas integrales, y elaborados con trigo, avena, centeno, proporcionan selenio, vitaminas del grupo B y fibra.

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  Legumbres, como lentejas garbanzos, alubias y soja, que aportan proteínas, calcio, hierro, yodo, magnesio, potasio, fósforo, ácido fólico y vitaminas del grupo B.

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  Algas, como hijiki, wakame, nori, agar-agar, kombu, arame, son ricas en calcio magnesio y otros oligoelementos.

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  Carnes blancas, como pollo, pavo, conejo y huevos, que aportan proteínas, sin un exceso de grasas.

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  Pescados, sobre todo azules que son los más ricos en ácidos grasos omega 3.

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  Grasas vegetales, como el aceite de linaza, de soja, de germen de trigo y de avellana, son fuente de ácidos grasos omega 3.

Alimentos que pueden empeorar los síntomas de la fibromialgia

También existen alimentos que es mejor evitar porque pueden intensificar síntomas de la fibromialgia como la falta crónica de energía, los calambres, los problemas osteomusculares, o la tendencia a la depresión. “Es recomendable una alimentación en la que los alimentos sean naturales, de temporada y sin aditivos. Los alimentos procesados suelen contener muchos, y algunos generan intolerancias. Además, los alimentos procesados suelen ser ricos en azúcares simples, grasas saturadas y calorías vacías, que no son buenos aliados para la reeducación alimentaria”, nos explica la nutricionista.

Por todo ello, los pacientes con fibromialgia deberían evitar o limitar la ingesta de:

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  Aditivos y edulcorantes.

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  Harinas refinadas.

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  Conservas.

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  Alimentos ricos en oxalatos (causante de cristales en las articulaciones), como las espinacas, las acelgas o la remolacha.

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  Alimentos ricos en grasas saturadas: como las carnes grasas, los embutidos, la mantequilla, los lácteos enteros, los helados, la comida rápida…

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  Alimentos ricos en purina (causante de ácido úrico): vísceras de los animales, carnes rojas y mariscos.

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  Vegetales con solanina (una toxina que actúa sobre las enzimas encargadas de formar músculo, aumentando la inflamación y causando dolor): el tomate, la patata, el pimiento, la berenjena.

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  El alcohol, la cafeína y la sal y los azúcares refinados, ya que irritan los músculos y son estresantes para el sistema inmunológico.

Dieta vegetariana y sin gluten: ¿ayudan al paciente con fibromialgia?

A menudo los enfermos de fibromialgia escuchan que las dietas especiales como la vegetariana o la que carece de gluten pueden mejorar el dolor y los síntomas de la fibromialgia. Con la ayuda de la nutricionista Marta González Caballero te contamos qué hay de cierto en estas afirmaciones:

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  Fibromialgia y dieta vegetariana

  Aunque como nos explica Marta González Caballero “no hay estudios suficientes acerca de la relación entre dieta vegetariana y fibromialgia, parece ser que sí que hay mejorías. La ovolactovegetariana puede ser beneficiosa por su bajo índice glucémico y alto contenido en fibra alimentaria y antioxidantes. Además, aporta una pequeña cantidad de grasas saturadas y no contiene colesterol”. De esta misma opinión son la Asociación Americana de Dietética y la Asociación de Dietética de Canadá. Esta organización reconoce que pese a que se necesitan más estudios para extraer conclusiones definitivas, algunos trabajos sugieren que una dieta vegana con predominancia de alimentos crudos (fruta fresca y desecada, verdura, frutos secos, germinados, alimentos fermentados) alivia los síntomas de la fibromialgia.

  Los resultados de un estudio publicado en BMC Complementary Medicine and Therapies con 30 personas que durante dos meses siguieron una dieta vegana mostraron una mejoría en el dolor articular en los hombros, en la flexibilidad y al caminar.

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  Fibromialgia y dietas sin gluten

  Según Marta González estas solo se recomiendan a las personas que están diagnosticadas de celiquía, ya que “quitar el gluten puede llevar a un desequilibrio alimenticio que genere complicaciones a la persona con fibromialgia”, añade.