Comer frutos secos reduce un 20% el riesgo de muerte
21/11/2013
Los frutos secos como las nueces, los pistachos o las almendras, además de ser muy nutritivos, cumplen una importante función como protectores frente a enfermedades cardiovasculares, según han demostrado estudios científicos como Predimed (prevención con dieta mediterránea), cuyas conclusiones confirmaron el papel cardioprotector de estos alimentos en el contexto de la dieta mediterránea.
Ahora, un nuevo estudio cuyos resultados se han publicado en The New England Journal of Medicine, y en el que se ha realizado un largo seguimiento a 76.464 mujeres y 42.498 varones, ha revelado que las personas que consumían regularmente frutos secos –siete o más veces por semana– presentaban tasas de mortalidad un 20% menores que aquellos que no solían comerlos.
Los autores del trabajo afirman que la asociación entre ingesta de frutos secos y menor riesgo de muerte se observó respecto a las principales causas de fallecimiento, entre las que se incluyen los trastornos cardiovasculares o respiratorios y el cáncer.
Los frutos secos contienen ácidos grasos insaturados, fibra, proteínas de alta calidad, vitaminas, minerales o fitoquímicos, que podrían proporcionarles propiedades antioxidantes, cardioprotectoras, antiinflamatorias y anticarcinogénicas
Han explicado también que al tratarse de un estudio observacional, no se puede establecer que la asociación inversa entre el consumo de estos alimentos y la mortalidad muestre una causa y su efecto, pero que los datos confirman los beneficios para la salud de los frutos secos que ya se habían demostrado en ensayos clínicos.
Los investigadores, que han sido liderados por Ying Bao, de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), atribuyen los efectos saludables de los frutos secos a sus componentes, como ácidos grasos insaturados, fibra, proteínas de alta calidad, vitaminas, minerales o fitoquímicos, que podrían proporcionar a estos alimentos propiedades antioxidantes, cardioprotectoras, antiinflamatorias y anticarcinogénicas.
Los expertos aseguran que a pesar de que tradicionalmente se ha relacionado a los frutos secos con un aumento de peso, esto no es cierto si se toman con moderación, y aconsejan tomar un puñado al día –sin sal ni azúcar añadidos–, como mínimo tres veces por semana, y mejor si se incluyen en las comidas.
Actualizado: 25 de febrero de 2021