Alimentación y reflujo gastroesofágico
Si padeces reflujo y ardor, toma nota de cómo debes orientar tu dieta para aliviar sus síntomas. Da más relevancia a las proteínas en detrimento de las grasas y conoce los alimentos indicados y los que debes evitar.

Consejos nutricionales para el reflujo gastroesofágico y habitos a seguir

Por: Arantza Ruiz de las Heras

Dietista-Nutricionista, Complejo Hospitalario de Navarra

Actualizado: 29 de mayo de 2024

Como regla genérica, las personas que tengan reflujo gastroesofágico habrán que seguir las pautas de la pirámide de la alimentación saludable que marcan la frecuencia recomendada de consumo de los distintos grupos de alimentos.

  • Pan

    Estudios recientes concluyen que la ingesta de cantidades reducidas de pan en las comidas mejora la sintomatología derivada del reflujo, especialmente el quemazón en la zona dorsal y el dolor.

  • mantequilla

    Además, es conveniente no abusar de las grasas en la dieta, ya que relajan el esfínter esofágico inferior y el reflujo podría aumentar. Por este motivo, es bueno cocinar preferentemente usando técnicas poco grasas como la plancha, el horno, al vapor o hervido.

  • Embutido

    Los alimentos más grasos como las carnes de cordero, pato o ganso, los embutidos, los lácteos enteros y los productos de pastelería y bollería deben estar controlados por su relación con el aumento del reflujo.

  • Salsas

    Sin abusar de alimentos precocinados o preparados que suelen estar bastante más condimentados que los naturales y cuidando la ingesta de picantes o especiados, los síntomas suelen disminuir de manera notable.

  • Dulces

    Conviene también realizar un cierto control en el aporte de alimentos muy ácidos, muy dulces o con coberturas de chocolate o azúcares, ya que no resultan adecuados para los procesos digestivos.

  • bebidas con gas

    Las bebidas con gas o carbonatadas también son mal toleradas en muchas ocasiones y, en todo caso, conviene tomarlas fuera de las comidas, entre horas. No hay que olvidarse de los zumos, no muy recomendables: unos por su acidez y otros por su dulzor.

  • helado

    Por último, las temperaturas extremas en los platos (muy frío como un helado o muy caliente como puré de patata recién hecho que, debido a su estructura, difícilmente deja escapar el calor) también irritan la pared del esófago produciendo dolor.

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Hábitos aconsejables en caso de reflujo gastroesofágico

Como pauta general, es bueno recomendar el mantenimiento de un peso dentro de la normalidad, ya que ayuda a combatir el reflujo gastroesofágico, y evitar el sobrepeso y la obesidad constituye una buena terapia para lograrlo. Estos son otros consejos que conviene que tengas en cuenta si sufres de reflujo:

  • Permanecer sentado, sin tumbarse, es recomendable esperar al menos tres horas después de comer antes de acostarse, para no facilitar la salida de los alimentos simplemente por gravedad. Esto da tiempo al estómago para vaciarse parcialmente, disminuyendo el riesgo de que los ácidos regresen al esófago.
  • Elevar el cabecero de la cama unos 10 o 15 centímetros puede ayudar a mantener los ácidos en el estómago durante la noche. Para ello, es importante hacerlo con cuñas en las patas y no con almohadas, pues estas últimas solo hacen que el cuello se flexione y para evitar el reflujo lo mejor es tener inclinado todo el tronco.
  • Evitar todos aquellos objetos o situaciones en los que haya cierta presión en la zona abdominal como cinturones apretados, fajas muy compresivas, corsés, ropa ajustada o de tallas menores de las requeridas.
  • Evitar las comidas copiosas, es preferible hacer más comidas pero de menos cantidad para que el estómago no se resienta.
  • Dejar el tabaco mejora, en gran medida, los síntomas ocasiones por el reflujo gastroesofágico.
  • Evitar los fármacos que pueden llegar a influir en la presión del esfínter esofágico interior, que puede empeorar la situación del paciente. Por ello, antes de tomar cualquier fármaco consulte con su médico.
  • Existen algunas situaciones fisiológicas (embarazo durante el segundo y tercer trimestre de gestación) o patológicas (obesidad central con acumulación de grasa abdominal) donde se ejerce presión sobre la zona inferior gástrica, por lo que el reflujo, en dichas situaciones, puede aumentar.

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Creado: 10 de julio de 2012

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