Nutrición e insuficiencia renal

Si sufres insuficiencia renal, toma nota: unos simples cambios en tu dieta te permitirán mantener un buen estado nutricional y evitar la acumulación de sustancias tóxicas que el riñón no es capaz de eliminar.

Consejos nutricionales para la insuficiencia renal

Por: Redacción de Webconsultas

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Si padeces insuficiencia renal, aquí tienes algunos buenos consejos nutricionales para controlar tu dieta y tu enfermedad:

Limita el potasio: tener en cuenta que los alimentos más ricos en potasio son las frutas, las verduras, las legumbres, los frutos secos y el cacao, y limitar su ingesta para evitar la hiperpotasemia.
Cómo cocinar las verduras: cuando tomes verduras, no olvides mantenerlas en agua tres horas antes de cocinarlas, y hervirlas después un par de veces eliminando el agua de la cocción. También es conveniente saltearlas después para reducir el contenido en agua.
Tuesta el pan: es mejor que tomes pan tostado porque tiene una menor cantidad de agua.
Cuidado con los integrales: no consumas productos integrales por su alto contenido en fósforo y potasio.
Evita tomar refrescos: aunque sean edulcorados, porque no eliminan correctamente la sensación de sed.
Controla el líquido total que puede ingerir al día, de acuerdo a las recomendaciones de su médico y comprueba, pesándote siempre en la misma báscula, que no aumenta de peso entre las sesiones de diálisis, porque podría deberse a una retención de líquidos.
Vigila la sal: para seguir adecuadamente una dieta baja en sal, es importante no consumir alimentos preparados (salvo que la etiqueta indique expresamente que no contienen sal) como congelados cocinados, sopas y purés de sobre, conservas, embutidos… Evitar además las carnes y los pescados ahumados y los aperitivos envasados.
No te automediques: toma únicamente los medicamentos indicados por el especialista que te trata, y en las dosis recomendadas por el mismo.
Practica ejercicio físico moderado (que no resulte agotador) con regularidad, como caminar y nadar.
Deja de fumar: elimina el consumo de tabaco porque puede originar complicaciones cardiovasculares.
Acuda a un servicio de urgencias si notas síntomas como debilidad muscular, hormigueos y pesadez en los miembros o alteraciones en el ritmo cardiaco, porque podrían deberse a una elevación de los niveles de potasio en la sangre (hiperpotasemia). También en el caso de presentar dificultad respiratoria, que podría ser debida a un edema de pulmón por exceso de líquidos.
No te aísles socialmente y procura mantenerte activo. Si crees que lo necesitas, solicita ayuda psicológica para sobrellevar los inconvenientes que generan la enfermedad y su tratamiento.
Vacúnate: si precisas un tratamiento de hemodiálisis debe vacunarse contra la hepatitis B. También son convenientes la vacuna contra la gripe, la antineumocócica (que previene aquellas enfermedades causadas por la bacteria Streptococcus pneumoniae, como la neumonía y la meningitis) y la antitetánica.
Relax tras la diálisis: después de una sesión de diálisis es normal que te sientas fatigado durante unas horas, por lo que se recomienda descansar. Tampoco debes conducir antes ni después de la diálisis.