Hipertensión: conocerla y prevenirla

La hipertensión arterial es una enfermedad muy común en todo el mundo, y sólo en España afecta a uno de cada cuatro adultos. Aunque en la mayoría de los casos la hipertensión no tiene cura, es importante la prevención puesto que la tensión arterial elevada puede no mostrar ningún síntoma. A continuación se ofrecen una serie de recomendaciones para controlar la hipertensión por medio de una dieta saludable, con la reducción del consumo de sal como pilar fundamental.

¿Qué es la hipertensión?

Se denomina hipertensión arterial cuando la presión de la fuerza del flujo sanguíneo sobre las paredes de las arterias está por encima de los valores normales. Dichos valores son:

• 130 milímetros de mercurio (mm de Hg) para la presión sistólica (es la presión que se produce en las arterias cuando el corazón se contrae, es decir cuando el corazón late).
• 85 mm de Hg para la presión diastólica (es la presión que se registra cuando el corazón está relajado, es decir, es el descanso entre latido y latido).

La hipertensión es una de las principales causas de enfermedad cardiovascular, ya que puede causar daño a las arterias y órganos como el corazón, los riñones, el cerebro y los ojos. Si no se controla, la hipertensión puede aumentar el riesgo de enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y enfermedad renal.

La hipertensión puede ser una condición crónica que no presenta síntomas iniciales, por lo que es importante medir la presión arterial regularmente y buscar atención médica si la presión arterial es elevada. El tratamiento para la hipertensión incluye cambios en el estilo de vida y medicamentos, que pueden ayudar a controlar la presión arterial y reducir el riesgo de complicaciones graves.

Causas de hipertensión

La causa principal de la hipertensión arterial es el estrechamiento de las arterias que regulan el flujo de sangre. A medida que las arterias se van estrechando, el corazón necesita esforzarse más para bombear la misma cantidad de sangre.

El estrechamiento que se produce en las arterias y que provoca lo que se conoce también como presión arterial alta, puede tener distintas causas, desde familiares y personales hasta el estilo de vida:

• Genética: algunas personas tienen una predisposición genética a la hipertensión arterial.
• Estilo de vida: factores como la dieta poco saludable, el consumo excesivo de alcohol, el sedentarismo, la obesidad y el tabaquismo pueden aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión arterial.
• Enfermedades: la hipertensión arterial también puede ser causada por ciertas enfermedades, como la enfermedad renal, la enfermedad cardíaca, la diabetes y el síndrome de apnea del sueño.
• Medicamentos: algunos fármacos, como los anticonceptivos orales, los descongestionantes y los esteroides, pueden aumentar la presión arterial.
• Edad: a medida que envejecemos, la presión arterial puede aumentar debido al estrechamiento de las arterias y el endurecimiento de las arterias.
• Estrés: el estrés emocional puede aumentar temporalmente la presión arterial.

Es importante tener en cuenta que en muchos casos, la hipertensión arterial no tiene una causa clara. Por esta razón, es importante controlar la presión arterial regularmente y seguir las recomendaciones médicas para prevenir complicaciones graves.

Cómo prevenir la hipertensión arterial

Existen una serie de hábitos de vida y conductas que, unidos a la acción de los fármacos antihipertensivos, son de gran ayuda para poder controlarla, evitando así sus graves consecuencias. Siguiendo estos prácticos consejos se podrá controlar mejor y además prevenirla:

• Evitar el sedentarismo, practicando ejercicio físico de manera regular y al aire libre si es posible, durante al menos 30 minutos la mayoría de los días de la semana.
  
• Mantener un peso saludable: si tienes sobrepeso, bajar de peso puede ayudar a disminuir la presión arterial.
• Llevar una dieta adecuada, como se indica en los siguientes apartados. Fundamentalmente, logrando una reducción del consumo de sal: se recomienda no más de 2,3 gramos de sodio por día.
• Dejar el tabaco (o de estar expuesto al humo de segunda mano) y moderar el consumo de alcohol, limitándolo a no más de una bebida al día para las mujeres y no más de dos para los hombres.
• Controla el estrés emocional: trata de encontrar actividades que te ayuden a reducir el estrés, como la meditación, el yoga o la práctica de técnicas de relajación.
• Seguir las instrucciones del especialista.