Las proteínas deben constituir el 12-15% del consumo de energía total en la dieta, aunque niños, adolescentes y embarazadas, por ejemplo, necesitan un aporte mayor. Aprende para qué sirven y dónde encontrarlas.
La función principal de las proteínas es la estructural o plástica, es decir, nos ayudan a fabricar, regenerar y mantener nuestros tejidos como la piel, las uñas, los tendones, etcétera. Es decir, si comparamos nuestro cuerpo con una casa, las proteínas serían los ladrillos, junto con los cimientos y las tejas.
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No obstante, además de esta función, desempeñan otras como:
Energética: cuando la ingesta de hidratos de carbono y grasas procedentes de la dieta sea insuficiente para cubrir las necesidades energéticas, en caso de un ayuno prolongado, la degradación de proteínas (aminoácidos) cubrirá estas carencias. El organismo puede llegar a obtener hasta 4 kilocalorías de energía por cada gramo de proteínas.
Reguladora: muchas de estas macromoléculas hacen posibles procesos vitales para cualquier ser vivo, como la respiración o la digestión. Hay proteínas, como por ejemplo la insulina o la hormona del crecimiento, que están implicadas en la regulación de muchos procesos del organismo.
Transporte: por ejemplo, la hemoglobina, se encarga de transportar el oxígeno; la albúmina, transporta ácidos grasos libres, o las lipoproteínas que conducen el colesterol a través de la sangre. Otras como las glucoproteínas llegan a las membranas celulares y se integran para realizar la función de recibir sustancias determinadas.
Defensa: este tipo de proteínas ayudan a las defensas del cuerpo protegiendo al organismo de ciertos agentes extraños o exterminándolos. Un ejemplo serían las inmunoglobulinas, que localizan y eliminan las moléculas que provocan infecciones o intoxicaciones.
Enzimática: algunas proteínas realizan trabajos biocatalizadores, por lo que hacen posible y aceleran en muchos casos las reacciones químicas que se dan en el cuerpo.
Homeostática: estas macromoléculas son las encargadas de mantener el pH sanguíneo en niveles adecuados para la salud.
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5 signos de que te faltan proteínas
A veces no cubrimos las necesidades diarias de proteínas en nuestra idea (puedes consultar cuáles son en la página anterior), y nuestro organismo lo nota, tanto que deja señales inequívocas que pueden indicar que debes comer más alimentos ricos en proteínas:
Fatiga excesiva o crónica (te sientes cansado, sin energía).
Debilidad o caída del cabello (te tarda mucho en crecer).
Pérdida de músculo y fuerza (difcultad para hacer ejercicio, calambres).