Valores de Referencia de Nutrientes en el etiquetado de alimentos
Actualizado: 5 de mayo de 2023
Desde el 13 de diciembre de 2016 es obligatorio que la mayoría de los alimentos incluyan su información nutricional. Muchas empresas ya indicaban voluntariamente esa información en sus productos antes de esta fecha, pero el Reglamento 1169/2011 ha establecido las reglas: no solo hay que proporcionar determinados datos, sino que tienen que estar en un orden concreto y con un formato especificado.
Ahora es obligatorio indicar:
- Valor energético.
- Grasas.
- Ácidos grasos saturados.
- Hidratos de carbono.
- Azúcares.
- Proteínas.
- Sal.
También se pueden incluir de forma voluntaria las cantidades de vitaminas y minerales, pero sólo si están presentes en cantidades significativas. Y las cantidades significativas de cada micronutriente se establecen en base a los Valores de Referencia de Nutrientes.
Para ello, el Reglamento recoge en una tabla cuáles son las Ingestas de Referencia de todos los nutrientes. Con un ejemplo es más sencillo de comprender: según el Reglamento 1169/2011 el Valor de Referencia del potasio es 2.000mg. Se considera que un alimento aporta una cantidad significativa de vitaminas o minerales si 100g o 100ml cubren el 15% de los VRN. Así que en este ejemplo se podrá indicar el potasio en el etiquetado si el alimento contiene 300mg de potasio por 100g.
Los macronutrientes y la energía que se indican de forma obligatoria también pueden acompañarse del porcentaje de las ingestas de referencia. Esta información es relativamente útil, porque podemos saber aproximadamente qué porcentaje de los requerimientos nutricionales cubrimos con un alimento.
Si la etiqueta de unas sardinas enlatadas indica que contienen 24g de proteínas/100g no es una información muy relevante para la mayoría de los consumidores. Pero si además se incluye que esos 24g de proteína constituyen el 48% de las ingestas de referencia, sí podemos hacernos una idea más exacta de su valor nutricional.
Alimentos frescos y productos con mal perfil nutricional
Hay que poner en contexto esta información porque tiene un importante hándicap: los alimentos frescos no llevan etiquetas y no podemos saber su aporte nutricional. Y, sin embargo, una dieta basada en alimentos frescos (frutas, verduras y hortalizas, pescados…), y poco procesados (cereales integrales, legumbres, frutos secos), es la mejor garantía para cubrir todas las necesidades nutricionales.
Además, podemos encontrarnos con alimentos procesados con un perfil nutricional poco saludable, que sin embargo tienen altos contenidos en algunos micronutrientes, bien porque hayan sido enriquecidos con ellos, o porque los contengan sus ingredientes. La bollería es un ejemplo típico de producto alto en grasas saturadas y azúcares, elaborado con harina refinada, pero que es rico en hierro o vitaminas. Los nutrientes individuales no hacen bueno a un producto con un mal perfil nutricional.
Por lo tanto, conocer los valores nutricionales de los alimentos envasados hace que el etiquetado sea más transparente y claro, pero lo verdaderamente importante es el alimento en el que se encuentran esos nutrientes, y no su cantidad como un dato aislado.
Creado: 13 de septiembre de 2017