Drunkorexia: dejar de comer para beber alcohol
Los principales afectados por la drunkorexia son jóvenes preocupados por mantenerse delgados que no quieren renunciar al consumo de bebidas alcohólicas para divertirse, la solución: no comer.

Cómo tratar la drunkorexia

Por: Adriana Hernández

Social Media Manager y periodista experta en nutrición y vida sana

Actualizado: 14 de septiembre de 2022

En el tratamiento de la drunkorexia deberá intervenir un equipo multidisciplinar, esto es, al menos un psicólogo (para tratar la adicción, los problemas asociados y la pauta errónea adquirida), un nutricionista para restaurar el equilibrio nutricional perdido y un médico de cabecera. Es importante valorar el problema como doble, por un lado el trastorno de no comer, y por otro, una posible adicción al alcohol.

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Su familia, su entorno, su círculo íntimo de amigos son el otro pilar del tratamiento, ya que de ellos depende en gran parte hacerle entender al afectado o afectada de drunkorexia que la belleza no estriba en la delgadez de una persona –o al menos que hay otros caminos más saludables para alcanzar una figura estilizada de aspecto saludable–.

En este sentido, el reforzamiento de la autoestima del paciente es fundamental también para que comprenda que tiene otras herramientas muy valiosas en su interior que le harán atractivo e interesante de cara a los demás sin necesidad de consumir alcohol o dejar de comer para ello. Además, hay que hacerles ver que beber puede causar problemas serios de salud, como problemas hepáticos, hipertensión arterial, pancreatitisgastritis entre otros, a los que se añaden los derivados de no comer, como la anorexia o bulimia.

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La pregunta surge cuando algún amigo o familiar cercano crees que es drunkoréxico. ¿Qué hacemos si conocemos a alguien con este patrón? Eugenia Moreno, psicóloga y directora de la Clínica de Trastornos Alimentarios de Valencia, aconseja observar de cerca los hábitos alimentarios de nuestros jóvenes y, si reconocemos este tipo de patrón, no pasarlo por alto: “hablar con la persona implicada y conocer su nivel de consciencia respecto al tema; si aún así permanecen las conductas de drunkorexia, conviene entonces pedir consejo profesional. Además, convendría investigar la posibilidad de que exista una adicción al alcohol”.

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Creado: 30 de enero de 2012

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