Tratamiento y prevención de la potomanía
Actualizado: 14 de septiembre de 2022
Para tratar la potomanía, en un primer momento se pueden administrar diuréticos al paciente, que sirven para aumentar la excreción de líquido por parte de los riñones, lo que contribuye a incrementar el nivel de sodio y a paliar los síntomas. Sin embargo, para erradicar el problema el tratamiento debe ser diferente dependiendo de la causa que lo haya originado, aunque se suele comenzar por restringir la ingesta de líquido a no más de litro y medio diario.
En el caso de que este exceso de beber agua se produzca a causa de enfermedades mentales, el tratamiento debe ser psicoterapia, acompañada en algunos casos por medicación psicotrópica. Esta medicación, que actúa sobre el sistema nervioso central, se caracteriza por modificar la percepción, el ánimo, el estado de consciencia y el comportamiento del paciente durante un periodo de tiempo.
Si el trastorno aparece como consecuencia del uso de fármacos, estos deben de ser sustituidos por otros medicamentos que no provoquen este efecto secundario.
Prevención de la potomanía
En caso de no recibir tratamiento, este trastorno puede tener consecuencias fatales, ya que puede provocar un cuadro de shock en el organismo que origine la parálisis e, incluso, la muerte. La mejor prevención para evitar sus indeseables efectos sobre la salud es desterrar falsos mitos, favorecidos por una publicidad engañosa, que proclama que consumir agua en grandes cantidades es muy saludable y favorece el adelgazamiento.
En efecto, el agua es beneficiosa y necesaria para el organismo, pero en su justa medida. En este sentido, los anuncios de agua mineral deberían haber tenido esto en cuenta y haber advertido, desde el principio, que lo recomendable para una persona sana es beber alrededor de dos litros de agua diarios. Engañar al estómago a base de ingerir líquido no es la mejor manera de perder peso, pero sí se puede perder la salud, y hasta la vida, si esta situación se intensifica y prolonga.
Por lo tanto, si siente un deseo irrefrenable de beber agua, sobre todo si no está motivado por la sed, el calor o la actividad física, debe consultarlo cuanto antes con su médico para encontrar el origen del problema y evitar que vaya a más.
Creado: 12 de enero de 2011