Qué es la gimnasia con electroestimulación
Por: Leire Moneo
Periodista experta en alimentación
Actualizado: 2 de diciembre de 2022
La búsqueda de la tonificación muscular y la pérdida de peso en menos tiempo y con menor esfuerzo, es el santo grial que todo deportista amateur anhela en el intento de recuperar la figura pre o posvacacional. Para conseguir este objetivo hay un nuevo aliado en el gimnasio que puede parecer milagroso, pues promete resultados de tres horas de ejercicio físico con tan sólo 20 minutos de sesión semanal: la estimulación eléctrica muscular (EMS), también conocida como electrofitness por los magos del marketing.
El secreto de la EMS es ejercitarse con un mágico uniforme (chaleco fitness y pantalones habitualmente) equipado con electrodos, que emiten una serie de descargas de ondas hertzianas que aseguran multiplicar el esfuerzo que hacen los músculos, es decir, se consiguen los mismos resultados, pero con menos repeticiones y, por tanto, en un tiempo inferior y reduciendo el esfuerzo.
“El entrenamiento con electroestimulación integral es la vanguardia del deporte, ya que por medio de una consola de electroestimulación un entrenador maneja la intensidad de seis canales de contracción para enfocar el trabajo hacia el objetivo marcado con el usuario de la manera más eficiente. Este tipo de trabajo superpone el esfuerzo del individuo y el trabajo externo producido por nuestra tecnología”, explica Alfonso Nieto, entrenador y director técnico de Centros BodyOn, especializado en electrofitness y fisioterapia.
Los secretos del chaleco de electrofitness
La clave del éxito de este método de entrenamiento es el chaleco, y lo cierto es que hay varias marcas en el mercado, por lo que a la hora de elegir un centro de gimnasia con electroestimulación, resulta imprescindible comprobar bien las características del material deportivo que emplean. El hecho de que el traje sea más fino, más práctico y más cómodo hará el ejercicio más llevadero. Toma nota de las claves a tener en cuenta:
¿Cómo funciona?
La mayoría de los chalecos funcionan a través de unos electrodos repartidos por todo el cuerpo: dos en el pecho; dos en abdomen, dos en la espalda, concretamente en la zona de los trapecios que van hasta la zona lumbar; dos en glúteos, así como dos bandas independientes en los brazos y otras dos bandas en los muslos. Esos electrodos van conectados a la máquina principal de electroestimulación a través de un cable de dos metros y medio de longitud que permite tener libertad en los ejercicios.
¿Cuánto pesa?
El chaleco de electrofitness habitual tiene un peso medio de unos 7 kilos, aunque los sistemas más ligeros pueden reducir esta cifra en hasta 750 gramos.
¿Debe estar húmedo?
El deportista debe vestir ropa de algodón y sobre ésta colocarse el chaleco, “que siempre debe estar húmedo para favorecer la contracción muscular y su buen funcionamiento”, confirma Nieto.
¿Qué sentimos con él puesto?
Aunque algunas personas confiesan no aguantar la sensación de hormigueo que provoca el chaleco, lo cierto es que no duele. Las primeras sensaciones son de cosquilleo y después al aumentar la contracción muscular esa sensación se hace más intensa, lo que sí puede llegar a resultar molesto o desagradable.
¿Hay diferentes tipos?
“Los modelos más empleados son los chalecos Amplitrain y el otro es el denominado Miha. La diferencia es grande, ya que el Miha pesa más, incluye una petaca y resulta más incómodo para el usuario, pues tiene más cables, mientras que Amplitrain es muy similar a una malla de ciclista y resulta muy ligero de llevar”, detalla Nieto.
¿Cuánto cuesta?
El precio medio del traje que se utiliza durante el entrenamiento es de unos mil euros –si estuvieras pensando en comprártelo–, a lo que se suma una inversión de unos 15.000 euros para la máquina principal que genera la electricidad. Sin embargo, el usuario final puede encontrar precios más asequibles en los gimnasios especializados, donde se imparten estas clases desde 25-30 euros la sesión. Sin embargo, la media es algo más elevada si se busca calidad y personalización, con precios que oscilan entre los 80 y los 100 euros por sesión. En la mayoría de casos existe la opción de optar por bonos de varias sesiones que reducen el gasto.
Creado: 24 de septiembre de 2015