Ejercicio en lactantes
Actualizado: 5 de diciembre de 2023
Tranquilos, no nos hemos vuelto locos. No se trata de poner una cinta en el pelo de tu bebé y llevarle al gym a hacer minipesas o spinning. Existen ejercicios para lactantes, para que desde la época en la que le des el pecho tu pequeño empiece a coger movilidad y aprender ciertas dinámicas que le servirán para su inmediato desarrollo. Este tipo de prácticas refuerzan los músculos del bebé y también sirven para estimular el sistema circulatorio y digestivo.
Ejemplos de ejercicios para lactantes
A continuación, te presentamos unos sencillos ejercicios para lactantes con los que podrás estimular a tu bebé:
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Desarrollo de las manos
Es muy importante y le permitirá más adelante agarrar objetos con precisión. Con el bebé acostado boca arriba, sujetar su muñeca con una mano y apoyar el pulgar en la base de su palma. Sujetar sus deditos con la otra mano y acariciarlos mientras se masajea la palma con el pulgar. El bebé abrirá y moverá la mano en respuesta a los estímulos.
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Musculatura de la zona superior
Colocar al bebé tumbado boca arriba y mover sus brazos, lentamente, de diferentes maneras: los dos arriba, los dos abajo, uno arriba y otro abajo, ponerlos en cruz, llevarlos al centro. Con estos movimientos se consigue reforzar los músculos de sus brazos, antebrazos y pectorales, así como mejorar la movilidad de la articulación del hombro.
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Musculatura de la zona inferior
También tumbado boca arriba, coger los pies del bebé y realizar movimientos de flexión y extensión de sus piernas de forma alterna. Estos ejercicios contribuyen al desarrollo de la musculatura del bebé de cintura para abajo. Después se puede cambiar y hacer la flexión y extensión con ambas piernas a la vez. Hay que tener cuidado por si el bebé pone rígidas las piernas en mitad del ejercicio, y no forzarle.
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Cuello, espalda y hombros
El bebé debe estar tumbado boca abajo en esta ocasión, con las piernas extendidas y los brazos situados a los lados del cuerpo. Se llevan los brazos del bebé hacia delante, con las palmas de las manos enfrentadas. El bebé extenderá el cuello hacia arriba espontáneamente, tonificando así el cuello, la espalda y los hombros.
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Aprender a levantarse
A partir de los cuatro meses se puede practicar un ejercicio para que el bebé aprenda a incorporarse. Tumbado boca arriba, se le sujetan los pies con una mano y se cogen sus manitas con la otra. Hay que incorporarle entonces tirando suavemente de sus manos (él colaborará tirando hacia arriba con los brazos). Justo antes de alcanzar la posición vertical, el bebé extenderá las piernas.
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El gateo
Hay dos ejercicios que pueden preparar al bebé para el gateo. Uno específico consiste en poner al niño boca arriba y mantener una de sus piernas flexionada y el brazo contrario extendido. Al mismo tiempo que se baja el brazo hasta situarlo junto al torso se extiende la pierna por completo. Esto se realiza varias veces con cada lado. En el otro ejercicio el adulto eleva al bebé por encima de su cabeza (sujetándolo bien por la zona situada entre la cintura y las axilas). El bebé tratará de mantener la posición horizontal, y de esta manera se estimula la musculatura del cuello, la lumbar y la dorsal.
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Para los pies
También hay que ejercitar los pies para que el bebé esté preparado cuando pueda levantarse y empezar a caminar. Boca arriba, sujetándole la pierna, se acaricia con un dedo la zona del pie comprendida entre la planta y los deditos. El bebé los flexionará con fuerza ante el contacto, mientras extiende el tobillo como si quisiera apresar el dedo con su pie. También flexionará el pie de forma automática si se le acaricia el dorso del pie.
Cuándo y cómo reforzar y estimular al bebé
A partir de los tres meses, ya se pueden practicar unos sencillos ejercicios con el bebé, que estimularán su interés por el entorno y le ayudarán a adquirir destreza para llevar a cabo, cuando llegue el momento, habilidades físicas como el gateo, los primeros pasos, la manipulación de objetos…
Unos suaves masajes antes de empezar con los ejercicios para lactantes son muy recomendables, ya que los bebés tienen muy desarrollado el sentido del tacto, y además les van a servir como calentamiento.
Lo mejor es establecer una rutina y realizarlos en el mismo momento del día, aunque nunca cuando el bebé acabe de comer. Si se realizan antes del baño pueden tener un efecto relajante que le ayude después a conciliar el sueño.
Antes de los tres meses se pueden realizar actividades como atraer la atención del bebé con algún objeto llamativo que haga algún sonido cuando está tumbado boca abajo, para animarle así a levantar la cabeza. También se le pueden facilitar juguetes adecuados a su edad para que vaya experimentando con ellos. A medida que el bebé vaya adquiriendo un mejor control sobre su cabeza, agite un sonajero, moviéndolo hacia los lados para que él mueva también la cabeza en la misma dirección.
Cada niño tiene un ritmo de desarrollo diferente, por lo que los ejercicios se deben adaptar a sus progresos.
Creado: 9 de agosto de 2010