La actividad física reduce el efecto de la sal sobre la presión sanguínea
24/03/2011
Un estudio de la Escuela de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans (EE.UU.) ha desvelado un nuevo beneficio que aporta practicar ejercicio al organismo: cuanto mayor es la actividad física, menor es la subida de la presión sanguínea en respuesta a una dieta alta en sal.
El director de este trabajo, Casey M. Rebholz, advierte que se debería recomendar a los pacientes que aumentaran su actividad física e ingirieran una menor cantidad de sodio. Restringir el sodio es especialmente necesario para lograr disminuir la presión sanguínea de las personas más sedentarias.
Se utilizaron cuestionarios para conocer el nivel de actividad física de los participantes y dividirlos así en cuatro grupos, desde el que incluía a los más sedentarios, hasta los más activos. Los autores del estudio compararon la presión sanguínea de estos voluntarios, que seguían dos dietas diferentes de una semana, una de ellas baja en sodio (3.000 mg/día), y otra alta en sodio (18.000 mg/día). La Asociación Americana del Corazón aconseja un consumo menor de 1.500 mg de sodio al día. En el caso de que la presión sanguínea sistólica media de una persona aumentara un 5% o más de la dieta baja en sodio en comparación con la alta en sodio, los investigadores consideraban a esta persona muy sensible a la sal.
El estudio reveló que, al compararse con el grupo más sedentario, las posibilidades de ser sensible al sodio, atendiendo a la edad y género de los participantes, eran un 10% en aquellas personas pertenecientes al grupo más similar al de menor actividad, un 17% en los más cercanos al grupo con más actividad, y un 38% en el caso de los más activos.
Actualizado: 17 de mayo de 2017