Cómo elegir la bicicleta perfecta
Actualizado: 3 de junio de 2024
Generalmente, con la llegada del buen tiempo se empieza a pensar en sustituir los gimnasios y las tablas de ejercicios dentro de casa por actividades que se puedan practicar al aire libre y, para muchos, es el momento de sacar del trastero la bicicleta, o iniciarse en esta actividad, sobre todo ahora que muchas ciudades y sus entornos se están adecuando para los ciclistas, y que en tiempos de desescalada es uno de los deportes más factibles de realizar para mantenerse en forma con seguridad de forma individual. Y es que, montar en bici es un ejercicio que no sólo supone un alto gasto calórico y una manera muy efectiva de ponerse en forma, sino que también resulta una alternativa de desplazamiento eficaz y ecológica.
Factores a tener en cuenta al comprar una bicicleta
En el mercado existen infinidad de modelos, por lo que es clave saber qué bicicleta se adapta a las necesidades de cada persona antes de adquirir una de ellas. Así, es fundamental tener claros algunos aspectos básicos como, por ejemplo, saber para qué se va emplear, qué tamaño necesitas, por qué tipo de superficie se va a rodar, y el dinero que se está dispuesto a invertir.
Qué uso darás a la bicicleta
Respecto al uso que se dará a la bicicleta, es importante analizar qué se pretende hacer con ella. Si se quieren realizar trayectos cortos (ir a trabajar, hacer recados cercanos, con o sin cuestas, o dar breves paseos alrededor de casa), se necesita una bicicleta apropiada para ello, y que obviamente no se parecerá en nada a la que se compraría una persona que tiene en mente rodar por senderos en el monte –en los que es fácil que se encuentre con baches y desniveles–, ni tampoco a la de alguien que la utilizará para entrenarse circulando en carretera largas distancias, preparándose para alguna competición ciclística, para el triatlón, o simplemente para ponerse en forma a través del ciclismo en ruta, lo que requerirá bicicletas especializadas y de mayor nivel de sofisticación (y precio).
Tipo de terreno a transitar
Por otro lado, también es preciso analizar las superficies por las que se va a rodar, porque no se produce el mismo desgaste de la bicicleta, la amortiguación, la dureza del cuadro, o el manillar, en cada uno de los terrenos. Tanto es así, que se puede hablar de dos bicicletas totalmente diferentes dependiendo de por dónde se tenga intención de circular con ella.
Presupuesto disponible
El presupuesto del que se dispone marcará asimismo la elección. El mercado de bicicletas es tan amplio como el automovilístico, ya que existen muchas marcas, múltiples modelos de cada una de ellas, y diversos tipos de bicicleta con más o menos complementos. Al existir tal variedad, los precios oscilan entre los 50-80 euros de las más básicas y de peor calidad, hasta los varios miles de euros que cuestan las profesionales, o las más personalizadas.
Con el presupuesto definido, el mercado se reduce significativamente. Existe también un amplio mercado de segunda mano donde los ciclistas venden sus bicicletas porque ya les resultan insuficientes para el uso que les desean dar, o personas que la compraron y apenas la han utilizado.
Qué talla de bicicleta necesito
Para saber qué tamaño de bicicleta necesitas (van de la XXS a la XXL), lo importante no es tu altura total. Coge una cinta métrica y mide tus piernas por su interior. Se ha de medir con las piernas perfectamente estiradas y abiertas a la altura de las caderas, desde el talón hasta la entrepierna. Esta medida se traduce en la talla de la bicicleta para adultos:
De este modo, si por ejemplo tu talla de piernas es una M, una vez que te subas a la bici, te quedará perfecta en cuanto a llegar a los pedales, distancia del suelo, etcétera.
Tipos de bicicleta a elegir en función de su uso
Además de la variedad de modelos que ofrece cada marca, existen muchos tipos diferentes de bicicletas, que se ajustan mejor a las diferentes superficies y a los usos que se les pretenda dar. Estas son las modalidades principales de bicicleta que se pueden encontrar en el mercado:
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Bicicleta de paseo urbana
Se trata de la bicicleta perfecta para aquellas personas que quieran disfrutar del paisaje y realizar pequeños recorridos por entornos urbanos. Son bicicletas cómodas, en las que se va con la espalda prácticamente erguida, con lo que la postura es más descansada. Además, permiten tener una fácil visión del entorno.
Estas bicicletas se pueden diseñar con varias marchas, o con sólo una. Si el entorno donde se va a utilizar es llano, no hace falta que dispongan de cambios; pero si hay bastantes cuestas, es conveniente elegir una con cambios de marcha que faciliten las subidas.
Aquí es donde se encuentran las bicicletas conocidas como fixie de piñón fijo. Son muy modernas, pero requieren un manejo más complejo, ya que no sólo exigen pedaleo constante, sino aprender a frenar con la fuerza de las piernas. Es una bicicleta sencilla y de mantenimiento muy barato. Además, están las fixies libres, que son simples bicicletas urbanas de una sola marcha. Cuando se busca una fixie, se suele apostar por la dobles, en las que se puede intercambiar la posición de la rueda para poder mezclar el piñón fijo con el modo libre.
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Bicicleta de carretera
Son las bicicletas que se ven en pruebas como el Tour de Francia, o en las de ciclismo en carretera en los Juegos Olímpicos. Son perfectas para ponerse en forma por vías interurbanas, ya que en ciudad es complicado coger grandes velocidades debido al tráfico, o los semáforos, que hacen que haya que estar parando o frenando constantemente. Son uno de los productos más rápidos del mercado, y su conducción es técnicamente muy sencilla.
Actualmente, el mercado está lleno de bicicletas de este tipo, que resultan más cómodas que las propiamente profesionales, ya que permiten ir ligeramente más erguido, lo que es bueno tanto para la espalda, como para los riñones. Una opción para los que gustan de disfrutar y sufrir este deporte en grupo los fines de semana.
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Mountain bike
Es la bicicleta para quienes buscan alejarse de las ciudades y de las carreteras, y encuentran la diversión en los senderos empedrados, de tierra, o de hierba. Dentro de las mountain bike también existen diferencias; las más sencillas son adecuadas para quienes sólo quieren disfrutar del medioambiente sin demasiadas pretensiones, y las más profesionales permiten realizar las rutas o circuitos diseñados a gran velocidad.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta para decantarse por uno u otro modelo, es analizar la regularidad de las superficies por la que se circulará. Así, hay principalmente dos opciones:
- Bicicletas de montaña rígidas: indicadas para un tipo de terreno sobre todo regular, para evitar que los rebotes los absorba totalmente el cuerpo, puesto que sólo tienen suspensión delantera.
- Mountain bike de doble suspensión: la bicicleta para los deportistas que no quieren parar en ningún momento, sean cuales sean las circunstancias. La doble suspensión de esta bicicleta consigue que absorba gran parte de los botes y saltos que se realizan, lo que implica que las articulaciones y la espalda sufren menos.
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Bicicleta híbrida
¿Qué hacer cuando no se sabe muy bien por dónde se va a rodar? Aquí es donde aparece la opción híbrida, mezcla de mountain bike rígida y de carretera. Es la bicicleta todoterreno. Muy útil para circular por asfalto –con peor rendimiento que las de carretera– y por senderos regulares en el monte, siendo menos adecuada que la mountain bike rígida. ¿Cuál es el secreto de estas bicicletas que rinden peor? Que se adaptan mejor a las dos superficies, sin estar destinadas a ninguna en concreto.
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Bicicleta plegable
Las bicis plegables son casi en su totalidad destinadas a uso urbano, tanto para paseos recreativos, como para poder llevarlas a lugares donde se puedan plegar y no ocupar un gran espacio, ya sea en casa, o en el lugar de trabajo. Además, se utilizan mucho para complementar al transporte público, que puede dejar al ciclista lejos del punto al que se dirige, y la bicicleta plegable puede ser la solución sin suponer un trastorno transportarla. En estos modelos es importante analizar el peso de la bicicleta, la facilidad para plegarla, y cómo es de cómoda para transportarla en esta posición.
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Bicicletas e-bike
Este tipo de bicicletas es el más moderno, ya que tiene un pequeño motor que sirve de ayuda al pedaleo. A pesar del motor no son motocicletas en las que uno sólo se deje llevar, puesto que exigen pedaleo constante para que la energía que se genera alimente al motor, y éste a su vez ayude al pedaleo, reduciendo la fuerza que se debe hacer. Es el modelo ideal para personas mayores, ya que necesitarán menos esfuerzo para desplazarse, o para aquellas que busquen una bicicleta que no les requiera demasiado trabajo en ninguna circunstancia, ya sea en llano o en cuesta. Existen e-bikes para ciudad, plegables, híbridas, de montaña, y carretera.
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Bicicletas especializadas
Finalmente, existen otros muchos modelos de bicicletas más específicas como son las de triatlón; las de cicloturismo, que son las que utilizan quienes viajan en bicicleta porque pueden llevar mochilas y alforjas que serán sus maletas; las bicicletas de ciclocross; las dirt jump, indicadas para terrenos especialmente irregulares; las tándem, para dos personas; las diseñadas para que quede un espacio libre en la parte de delante que permita llevar lo que se considere adecuado, etcétera.
Consejos para comprar la bicicleta perfecta
A la hora de comprar una bicicleta, sobre todo si somos neófitos, podemos perdernos entre un sinfín de detalles técnicos, marchas, materiales o complementos. Aunque siempre conviene consultar con un especialista, para no marearte con tecnicismo, y para que la elección te resulte más sencilla, te guiamos en el proceso indicándote los aspectos básicos de la bici que tendrás que observar, analizar y escoger conforme a tus necesidades para acertar en la compra de la bicicleta perfecta para ti.
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El sillín
Uno de los primeros detalles a los que todos prestamos atención al comprar una bicicleta es el sillín, puesto que aparentemente es incómodo por su estrechez. Esta característica tan singular favorece el pedaleo, ya que de este modo no dificulta el movimiento de las piernas, lo que sí ocurriría si fuese más ancho.
Los sillines de las bicicletas pueden llegar a provocar al principio callos o ampollas, pero la probabilidad de que aparezcan se reduce en gran medida con un buen culotte de ciclista acolchado.
Existe la posibilidad de que el ciclismo provoque prostatitis, pero sólo en casos muy extremos, en los que la sensación de adormecimiento de la zona perianal se mantenga como una constante habitual durante muchas horas y días, sin acudir a un médico; estos problemas se pueden evitar simplemente pedaleando “de pie” en la bicicleta de vez en cuando, para volver a la situación inicial.
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El cuadro y las marchas de la bicicleta
Otra duda habitual es elegir el material del cuadro. Antes se elaboraban de acero, más resistentes a los golpes, pero tienen el hándicap de hacer que las bicicletas sean más pesadas, tanto para transportarlas, como para moverlas pedaleando (unos 13 kilos).
Actualmente, se apuesta mucho por el aluminio, que es más ligero y cómodo que el acero, por lo que se está imponiendo en el mercado, ya que tampoco es fácil que se rompa un cuadro de este material en una caída (unos 9 kilos por bici). También se construye en otros materiales como fibra de carbono, que está más destinado a los profesionales. Si lo que se busca es una bicicleta urbana de paseo, un material u otro no suponen una diferencia, pero sí para las de carretera o mountain bikes.
Para los que nunca han utilizado una bicicleta con marchas para los cambios, esta característica puede llegar a suponer un dolor de cabeza. La mayoría de las bicicletas viene de serie con entre 18 y 33 marchas, que son suficientes para la mayoría de los ciclistas, puesto que permiten una cadencia de pedaleo buena para las cuestas. Cuantas más marchas, más opciones, pero generalmente no hacen falta muchas de ellas, ya que dentro de los cambios los hay internos (poco habituales), que permiten cambiar de marcha en parado, y los cambios externos, que exigen que se accionen durante el pedaleo.
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Complementos opcionales
Más allá de la bicicleta hay que tener en cuenta algunos detalles como son asegurarse de que tenga (o comprar), al menos, una sujeción para el botellín de agua, y luces si se piensa circular de noche, para asegurarnos de ser vistos por los coches.
Aunque no sea propiamente la bicicleta, es importante comprar un casco que proteja la cabeza en caso de posibles caídas. No sólo se evitarán rasponazos o pequeños traumatismos, sino grandes lesiones cerebrales, o incluso la muerte en un choque o una mala caída.
Creado: 16 de marzo de 2017