Rotura del ligamento cruzado de la rodilla
Un chasquido, un intenso dolor en la rodilla, dificultad para apoyar la pierna… son algunos de los síntomas más comunes ante una rotura de ligamento cruzado. Te explicamos cómo se trata esta lesión y los pasos en su recuperación.

Fases de recuperación de la rotura del ligamento cruzado

Por: Dr. Carlos Díez

Traumatólogo deportivo, ex Jefe de los Servicios Médicos Sanitas – Real Madrid

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

La recuperación mínima del deportista con una rotura del ligamento cruzado de la rodilla se estima entre cuatro y seis meses tras la intervención quirúrgica. Algunas de las pautas que se deben seguir durante este periodo son:

  • Primera semana: enfocada en controlar el dolor y la inflamación. Es necesario hacer reposo, poner hielo, compresión y elevación de la zona.
  • Segunda semana: se retiran los puntos y el paciente debe aplicarse hielo tres veces al día, realizar ejercicios activos de flexión de la rodilla y masajes drenantes, que servirán para reducir la inflamación de la rodilla. Además, en este periodo deberá desplazarse siempre con muletas.
  • Tercera semana: por lo general es en esta fase cuando el deportista puede empezar a movilizar la rótula y realizar ejercicios activos de flexión de la rodilla hasta el umbral del dolor. Practicar natación y empezar a reeducar la marcha son algunos consejos de los especialistas.
  • Cuarta semana: el deportista debe empezar el entrenamiento propioceptivo y de equilibrio, además de realizar ejercicios para potenciar la fuerza de la pierna y ejercicios pasivos de flexión de la rodilla. También es aconsejable iniciar el trabajo con la bicicleta.
  • A partir del primer mes: se entra en una fase en la que la realización de ejercicios propioceptivos es imprescindible si se quiere conseguir una recuperación completa. Además, la rodilla debe ser forzada por el deportista hasta llegar a los niveles de movimientos habituales, tanto de flexión como de extensión, realizar ejercicios de fortalecimiento de la musculatura anterior y posterior de la pierna, y aumentar progresivamente la intensidad de las actividades deportivas que normalmente realiza.
  • Pasados seis meses: entramos en la fase de retorno al deporte. Para ello se introducen ejercicios específicos del deporte y se evalúa la estabilidad y la función de la rodilla antes de permitir el retorno completo a las actividades deportivas.

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Creado: 1 de septiembre de 2011

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