La rotura de menisco, lesión más frecuente en el esquí

La rotura de menisco y, en general, las que afectan a la rodilla, son las lesiones más frecuentes en la práctica del esquí. Para evitar estos y otros trastornos, los expertos ofrecen unos sencillos consejos.
Un esquiador sufre una caída

Es muy importante ajustar correctamente las fijaciones para que el esquí se suelte si se produce un impacto, y no pueda apalancar sobre la rodilla.

La lesión más frecuente que se produce con el esquí es la rotura de menisco; de hecho, más de una tercera parte de las lesiones en los esquiadores afectan a la rodilla porque las botas que se usan para practicar este deporte protegen muy bien el pie y el tobillo, pero no esta articulación.

Existe una lesión que afecta casi exclusivamente a los esquiadores y que, pese a no ser grave, resulta muy molesta porque tarda en curar; se trata de la rotura de los ligamentos del pulgar

Para prevenir esta lesión, y otras como la rotura del ligamento cruzado anterior, menos habitual pero que preocupa más porque su recuperación es lenta, el Dr. Juan de Miguel, traumatólogo del Hospital Nuestra Señora del Rosario, de Madrid, advierte de que es muy importante ajustar correctamente las fijaciones para que el esquí se suelte si se produce un impacto, y no pueda apalancar sobre la rodilla.

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El Dr. de Miguel también explica que existe una lesión que afecta casi exclusivamente a los esquiadores y que, pese a no ser grave, resulta muy molesta porque tarda en curar; se trata de la rotura de los ligamentos del pulgar, que según este especialista se podría evitar simplemente colocando de forma apropiada la correa que sujeta el bastón a la muñeca del deportista.

Este experto ofrece seis sencillos consejos que ayudan a evitar las lesiones de esquí, y que son:

  • Entrenar regularmente durante todo el año para mantenerse en buenas condiciones físicas. Para adquirir fortaleza y resistencia en las zonas del cuerpo que más trabajarán durante la práctica del esquí –cuádriceps, glúteos y musculatura abdominal y lumbar– es necesario hacer ejercicio (natación, bicicleta, running…), sobre todo a partir de la edad madura.
  • Tener una técnica adecuada a la dificultad de las pistas y, si es necesario, contratar un curso o un monitor particular para mejorar.
  • Proteger la piel y los ojos del sol. La protección solar es clave cuando se practican deportes de montaña, por lo que es imprescindible aplicarse cremas con un factor de protección elevado y usar gafas de sol.
  • Hidratar la piel de pies y piernas para prevenir rozaduras de las botas.
  • Calentar antes de comenzar a esquiar también reduce la posibilidad de lesionarse.
  • Descansar siempre que sea necesario, porque la fatiga disminuye la coordinación y la fuerza que pueden ayudar a superar una situación imprevista. Además, es importante mantenerse hidratado y alimentarse bien.

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Actualizado: 22 de junio de 2018

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