Prueba de esfuerzo
Osteópata, quiromasajista deportivo y técnico superior deportivo
Actualizado: 23 de septiembre de 2022
Una prueba de esfuerzo –llamada también ergoespirometría– permite conocer la relación entre el aparato cardiovascular, el respiratorio y el sanguíneo, y está especialmente indicada para evaluar el efecto que causa sobre el corazón el ejercicio físico que la persona en cuestión va a realizar.
Para llevarla a cabo se echa mano de unos aparatos que simulan el esfuerzo realizado en una carrera ciclista (cicloergómetros) o el que se hace en una carrera de atletismo (tapices rodantes). Igualmente pueden ser utilizados otros ergómetros que reproducen las condiciones que se dan en el remo, la natación, el esquí o el patinaje.
El proceso suele iniciarse sometiendo al individuo a una carga suave, para poco a poco ir aumentándola, hasta que el deportista en cuestión llega al tope y no es capaz de acometer la carga que le exige la máquina utilizada.
Esta prueba se debe realizar bajo la supervisión de un médico especialista en medicina del deporte.
¿Qué se mide en una ergoespirometría?
Entre los parámetros básicos que se pueden medir en una prueba de esfuerzo, los más destacados son:
Internacionalmente se aconseja que se incluyan las pruebas de esfuerzo dentro de la valoración rutinaria de aquellos deportistas que sufran o se sospecha que padezcan alguna lesión o cualquier otro tipo de complicación que les pueda impedir realizar ejercicio con normalidad.
En concreto, en España, las pruebas de esfuerzo quedan incluidas por ley en la Tarjeta sanitaria del deportista, por lo que forman parte de su historial médico. Esto quiere decir que la información revelada en ella está sujeta al secreto profesional, por lo que sólo debería ser llevada a cabo por un experto médico.
En fisiología del ejercicio es habitual la realización de pruebas de esfuerzo con registro de gases y ventilación, lo que se conoce como ergoespirometría, regulada por la normativa de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. Esta técnica añade a la prueba clásica el análisis de los gases espirados, lo que permite obtener información del aparato respiratorio y del metabolismo energético durante el ejercicio.
Además es frecuente que durante las pruebas de esfuerzo se tomen muestras de sangre para analizar parámetros relacionados con el ejercicio.
Creado: 29 de septiembre de 2010