Los deportistas y profesionales que someten sus articulaciones a movimientos muy repetitivos suelen sufrir la inflamación de las bursas. Conoce cómo prevenir este tipo de lesiones y cómo puedes aliviar su dolor.
Traumatólogo de la Unidad de Medicina y Traumatología del Deporte de la Clínica CEMTRO
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
La clave para prevenir la bursitis es corregir el gesto técnico o postural que la provoca. Por otro lado, también es conveniente utilizar protectores de las articulaciones durante la práctica de actividad física. Sin embargo, los síntomas y tratamiento de la bursitis van a depender de la articulación afectada. Así, podemos encontrar los siguientes tipos de bursitis y una serie de recomendaciones más ajustadas para cada una de ellas:
Bursitis del tendón de Aquiles anterior: suele llamarse enfermedad de Albert, en este caso la inflamación se localiza en la bursa situada en la parte posterior del tobillo, delante de la unión del tendón al talón.
Si quieres prevenir este tipo de bursitis no utilices zapatos muy rígidos o con contrafuertes elevados, lo mejor es que incluyas un contrafuerte blando en el reborde posterior del zapato.
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Bursitis del tendón de Aquiles posterior: la inflamación se sitúa en la bursa posterior del tendón de Aquiles a nivel del calcáneo. Es muy frecuente en mujeres jóvenes, por presión del tejido blando del talón contra la parte posterior del calzado (contrafuerte del zapato) al caminar.
Puede prevenirse cortando una hendidura en forma de “V” en la parte posterior del zapato o introduciendo una plantilla en la región del talón que lo eleve.
Bursitis de la cadera o trocantérea: se produce por causa mecánica (rozamiento del tensor fascia lata sobre el trocánter o golpe repetitivo en la zona) o reumática metabólica.
Prevenla utilizando zapatillas cómodas, planas y bien ajustadas al pie, que permitan una buena alineación de piernas y cadera; si corres hazlo por superficies regulares y planas; evita estar de pie mucho tiempo seguido, y al sentarte hazlo sobre superficies blandas o acolchadas. Este tipo de bursitis puede prevenirse en deportistas como porteros de fútbol con el uso de acolchamientos laterales. Las debidas a causas reumáticas metabólicas no pueden prevenirse.
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Bursitis del codo: en este tipo de bursitis la inflamación se produce en la bursa situada entre la piel y los huesos del codo, justo por debajo de la punta. Puede ser debida a un traumatismo directo, una presión constante sobre el codo por apoyo continuo sobre una superficie rígida o por un uso excesivo, como es el caso de los tenistas o golfistas, o bien por causa metabólica, como la gota.
Para prevenirla es importante evitar los movimientos inconscientes en los que se produce rozamiento en los codos, como estudiar con los codos apoyados, o incorporarse en la cama apoyando los codos contra el colchón.
Bursitis medial de la rodilla: la inflamación se localiza en la bursa situada entre la espinilla y los tres tendones de los músculos de la parte interior de la rodilla, bien por sobrepeso, artritis, uso excesivo de la rodilla o mal movimiento de la misma…
Puede evitarse el roce colocando una almohadilla entre los muslos en la cama.
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Bursitis prepatelar de rodilla: se produce una hinchazón dolorosa de la cara anterior de la rodilla, sobre la rótula. Es típica de profesiones o actividades en que se pasa mucho tiempo de rodillas, como mineros, enmoquetadores o religiosos.
Puede prevenirse colocando un almohadillado protector al realizar estas actividades.