Tratamiento de la bursitis
Traumatólogo de la Unidad de Medicina y Traumatología del Deporte de la Clínica CEMTRO
Actualizado: 29 de julio de 2022
El tratamiento de la bursitis la tendrá que indicar el médico tras el diagnóstico y va a depender directamente del estado general en el que se encuentre el paciente, así como su edad, su estado de salud, su historial médico, su tolerancia a medicamentos y terapias y las condiciones en las que se esté desarrollando este trastorno en las articulaciones.
El el caso de las bursitis provocadas por un traumatismo o causas reumáticas o metabólicas el tratamiento más usado es el reposo junto con la aplicación de hielo en una bolsa o paquete durante unos 20 minutos y con una frecuencia de unas tres o cuatro veces al día. Esta bajada de temperatura de la zona puede reducir la inflamación y con ella el dolor en condiciones agudas y suelen ser más efectivas en el caso de que se realicen dentro de las primeras 48 horas después del comienzo de la hinchazón.
Una vez pasen las 48 horas de dolor crónico puedes comenzar a aplicar calor. Para ello puedes usar una manta eléctrica, una bolsa de agua o incluso una toalla calentada, recuerda que no debe alcanzar tampoco grandes temperaturas pues puede producirte quemaduras en la piel. Aplica calor durante unos 20 minutos en la zona dañada unas tres o cuatro veces al día. Una advertencia que hay que tener en cuenta es que si usas cremas analgésicas no debes colocar calor, ya que podría causarte quemaduras cutáneas.
Opciones farmacológicas y quirúrgicas para la bursitis
La compresión y elevación de la articulación dañada –junto con los antiinflamatorios no esteroideos– también pueden ayudar a reducir el dolor. Los fisioterapeutas pueden ser buenos aliados en el tratamiento de la bursitis aplicando ultrasonidos que genera calor profundo en la articulación, lo que mejora su estado, para dar un masaje muscular que reduzca el dolor miofacial e incluso para planificar unos ejercicios –dentro o fuera del agua– para fortalecer y ganas movimiento en el área afectada.
Los corticosteroides reducen la inflamación de la bursa y suelen ser inyectados directamente en la bolsa , en la articulación o en el tendón con el fin de reducir el dolor. Pero no siempre se opta por este tratamiento, solo en los casos en los que los fármacos antiinflamatorios no alivian las molestias después de cuatro semanas.
Cuando la bursitis ha sido causada por una infección bacteriana el tratamiento que indicará el médico pertinente incluirá algún tipo de antibióticos.
La bolsa sinovial que está inflamada y causa la bursitis puede drenarse quirúrgicamente por parte de un sanitario e incluso llevar a cabo un tratamiento quirúrgico con extracción de la bursa infectada.
Se aconseja evitar sobreesfuerzos y aquellas actividades en las que se requiera un uso excesivo de la articulación afectada e iniciar un tratamiento más focalizado de fisioterapia en el caso de que la bursitis se cronifique.
Creado: 3 de abril de 2013