Qué comer antes de salir a practicar ciclismo
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Ir bien alimentado a montar en bicicleta es la mejor garantía para mejorar el rendimiento y evitar el riesgo de sufrir pájaras o desvanecimientos por falta de energía. Para conocer el tipo de alimentación más apropiado para practicar ciclismo se debe diferenciar entre dos tipos de ciclistas: aquellos que se preparan para competiciones o para llevar a cabo largos entrenos, y los que simplemente utilizan la bicicleta para ponerse en forma, sin altas exigencias de resistencia o velocidad.
Estos últimos no necesitan una dieta especial –más allá de la que debería llevar cualquier persona que quiera mantener un estilo de vida saludable–, y solo requieren estar bien hidratados y haber comido antes de iniciar la actividad (nunca en ayunas), y si practican en un día especialmente caluroso, o por un terreno más complicado, pueden recurrir a una bebida isotónica.
Dieta para mejorar el rendimiento del ciclista
Los ciclistas que buscan mejorar su rendimiento para competir contra otros o contra sí mismos requieren una alimentación mucho más especializada. Cuando se acerca el día de la competición o de los entrenamientos más exigentes deben aumentar las dosis de hidratos de carbono, especialmente los complejos –pasta, arroz y cereales–, porque son los que progresivamente aportan la energía al organismo. Empezar a hacerlo dos días antes es suficiente para almacenar el glucógeno necesario que servirá de gasolina en los momentos claves en los que el deportista necesite una dosis extra de energía.
La noche previa a la carrera ciclista es aconsejable cenar algo más ligero como puede ser carne o pescado a la plancha con verduras; así se conseguirán proteínas y una fácil digestión, que ayudará a conciliar el sueño y a dormir lo necesario.
El mismo día que el deportista quiera dar el 100% de sí mismo para competir o entrenar a alta intensidad, debe desayunar –un par de horas antes– cereales, pan, galletas, zumos, yogures… El objetivo es empezar a pedalear con la digestión finalizada para que la sangre se pueda concentrar en mayor medida en las piernas, y no en el estómago.
Si la energía se va a empezar a requerir por la tarde, es ideal comer pasta o arroz con una salsa suave tres horas antes de iniciar el entrenamiento o la competición. En lo referente a la hidratación, beber medio litro de agua un par de horas antes del ejercicio ayudará a evitar la deshidratación.
Justo antes de empezar la actividad se aconseja comer una pieza de fruta –por ejemplo, un plátano– o una barrita energética o un gel de glucosa, acompañados de un vaso de agua. Beber es básico siempre que se toman estas barras o geles porque para que el cuerpo asimile sus hidratos de carbono de alto índice glucémico requiere agua y, si no se toma, el organismo la buscará en las reservas del deportista, acrecentando el riesgo de deshidratación.
Creado: 16 de noviembre de 2017