Cualquier persona que practique deporte, pero especialmente aquellos que se ejercitan en actividades de resistencia como corredores de maratón o triatletas –más aun los ironman–, es susceptible de sufrir una hiponatremia en un momento puntual, sin que eso se convierta en un problema que necesariamente vaya a suceder de manera repetida en todos los entrenamientos o competiciones en los que participe.
Aunque todos los deportistas pueden sufrir una hiponatremia si cometen errores en su hidratación (por exceso o por defecto), algunas personas tienen un mayor riesgo de padecerla, como:
- Mujeres. El hecho de que sufran generalmente más hiponatremias ha sido algo que muchos investigadores han analizado sin llegar a una clara conclusión al respecto. Uno de los motivos que se ha destacado es que los estrógenos bloquean la enzima que favorece que el potasio abandone las células cerebrales, que es lo primero que hace el organismo para luchar endógenamente contra la hiponatremia. Por ello, las deportistas jóvenes tienen más riesgo de sufrir hiponatremias más graves por su mayor cantidad de estrógenos.
- Personas con menor preparación física o mal aclimatadas al calor. Generalmente, los deportistas aficionados tienden a sudar más con la misma actividad, por lo que existe más riesgo de perder sodio a través de la sudoración. Además, existe una tendencia a beber en exceso en estos casos al pensar que hidratarse es la forma de refrescar el cuerpo y compensar el líquido perdido, pero esta sobrehidratación podría provocar que el sodio en sangre baje y se genere la hiponatremia.
- Deportistas que excretan un sudor más salado. Con la pérdida de mayor cantidad de sodio, la probabilidad de sufrir una hiponatremia aumenta al necesitarse menos cantidad de agua ingerida para conseguir que la sangre presente bajos niveles de sodio. Dentro de este grupo se encontrarían las personas que padecen fibrosis quística, dado que su sudor contiene más cantidad de sodio.
- Personas que estén bajo los efectos de algunos medicamentos. De especial relevancia son los diuréticos tiazídicos, los analgésicos, aquellos que afectan al sistema nervioso central, los antidepresivos, y cualquiera que afecte a la función renal. En caso de ingerir este tipo de fármacos, es conveniente informarse de los riesgos del producto en cuestión antes de realizar alguna actividad que lleve al cuerpo a sus límites –no para dar un paseo en bici o salir un rato a hacer power walking–.
- Gente que padezca diferentes enfermedades, entre las que están los problemas cardíacos, los traumatismos cerebrales, tumores, cirrosis, problemas renales, dificultades en la secreción de la hormona antidiurética… Los riesgos de hiponatremia hipotónica en estos casos se disparan, y estos pacientes siempre deben consultar a su médico antes de practicar ejercicio.