Qué es el entrenamiento funcional o functional patterns
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
No realizar ninguna actividad física provoca que cada vez que se lleva a cabo cualquier ejercicio básico, como puede ser simplemente andar, se aumente la probabilidad de sufrir lesiones, fatiga, agujetas, y dolores que provienen de una mala ejecución de uno de esos movimientos. Esto es especialmente preocupante ahora que nos vemos obligados a permanecer en casa por el estado de alerta por coronavirus, y este tipo de entrenamiento puede evitar que te oxides durante el confinamiento.
Además, al aparecer el dolor se tiende a forzar la postura, y tarde o temprano eso desembocará en problemas para la salud que se puede notar a más largo plazo. Para ayudar a evitar esta serie de molestias del día a día es muy útil el entrenamiento funcional, que busca acudir al origen de la dolencia para favorecer los movimientos más primarios y realizarlos con más eficiencia.
Se trata de realizar tablas de ejercicios especialmente destinados a preparar integralmente toda la musculatura de manera equilibrada –en contraposición a los típicos ejercicios focalizados en un solo grupo muscular–, para favorecer un dinamismo mayor del cuerpo gracias a un mayor control del sistema sensoriomotor en actividades cotidianas. Y es que con los functional patterns –como también se le conoce– se logra mejorar en las actividades que desempeñamos en la vida real.
Objetivos del entrenamiento funcional
El entrenamiento funcional tiene como característica clave que se prepara y realiza orientado a un objetivo, que puede ser muy variado dependiendo de las necesidades de cada individuo: desde mejorar el rendimiento general, recuperarse de una lesión, prepararse para una competición usándolo como complemento del entrenamiento específico…
Pero no se queda ahí, ya que hay que transferir lo aprendido a la vida real, lo que es precisamente la clave de todo el proceso. Por ejemplo, para un recolector en la huerta serían aquellos movimientos destinados a levantar pesos de manera correcta mediante sentadillas o squats, a mejorar la destreza y fuerza de los brazos con flexiones…
Recuperación de lesiones o complemento de entrenos
El origen del entrenamiento funcional se encuentra en fisioterapeutas que se encargaban de rehabilitar lesiones y que encontraron que los ejercicios específicos con máquinas de gimnasio que venían usando no ayudaban a sus pacientes a prepararse de la manera más específica posible para volver a su rutina diaria. De este forma, tras superar los primeros momentos de la recuperación –cuando ya el dolor está superado–, empezaron a realizar ejercicios centrados en aquello que realmente sería útil para cada paciente, entendiendo que una misma lesión no debía ser recuperada igual para un deportista de élite que para una persona que trabaja en una oficina.
Sin embargo, a pesar de que nació como una parte más de un proceso de rehabilitación, el entrenamiento funcional está indicado para todo el mundo, ya que además no hace falta material específico para muchos de sus ejercicios, sobre todo los que se realizan a un nivel principiante.
Aunque cuando se busca subir la exigencia para recuperarse de lesiones o complementarlo con otros entrenos es interesante el uso de algunos materiales que ayuden a llegar más lejos. Entre los más empleados están las barras para levantar peso, las pesas, los balones medicinales, los kettlebells, los cajones para ejercicios pliométricos, las colchonetas o esterillas, el material para hacer TRX, las bandas elásticas, los balones de estabilidad…
Creado: 7 de septiembre de 2017