El bádminton es un deporte de raqueta que gana adeptos en España tras los triunfos de Carolina Marín, pero también por ser una actividad divertida y con varios beneficios para la salud física y emocional. Descubre cómo practicarlo.
Periodista especializada en deporte, belleza y bienestar
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
La práctica del bádminton repercute positivamente en la salud física y psicológica de quien lo practica, lo que hace de este deporte un recurso ideal para conseguir y mantener un estado de bienestar que supone una mejora en la calidad de vida tanto en jóvenes como en adultos y personas mayores.
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Carlos Longo Esteban, director técnico y responsable del Centro Andaluz de Entrenamiento perteneciente a la Federación Andaluza de Bádminton, afirma que “trabaja muchas capacidades físicas”, por lo que sus beneficios son muchos, bien como actividad única, bien como complemento en un programa de entrenamiento más amplio.
De manera más detallada los principales beneficios del bádminton para la salud que se obtienen al practicar este deporte son:
Tonificar los músculos y aumentar la fuerza muscular. Al ser un ejercicio en el que se mezcla la explosividad de piernas en todas las direcciones con el golpeo del volante, se tonifica la musculatura de forma global sin priorizar especialmente unas partes sobre otras, por lo que también se desarrolla la fuerza muscular. La única parte del cuerpo que queda un poco más abandonada es el brazo que no se utiliza para jugar, pero es fácil entrenarlo por separado para compensar la diferencia.
Mantener un peso corporal adecuado. Cuando el objetivo que se busca al hacer ejercicio es adelgazar, quemar grasa y, por tanto, conseguir un cuerpo más esbelto, el bádminton es una opción recurrente por ser un ejercicio aeróbico que demanda un constante esfuerzo de máxima intensidad.
Aumentar la resistencia y la capacidad pulmonar. La duración de los partidos y su intensidad hacen que el cuerpo mejore constantemente tanto la resistencia aeróbica como la anaeróbica, ganando capacidad pulmonar y cardiaca. Esto no sólo logra que el ejercicio sea más sencillo y que se pueda aumentar la carga de trabajo, sino que también mejora el desenvolvimiento en las actividades diarias.
Mejorar los reflejos, la coordinación y la agilidad. El tiempo de reacción experimenta una mejora debido a la velocidad del juego, lo que directamente hace que mejoren también los reflejos, la coordinación muscular global y la agilidad del practicante.
Potenciar el equilibrio. El desplazamiento del bádminton se produce en todas las direcciones, pero mirando en dirección a la red para no perder de vista el volante. Estos movimientos laterales y hacia atrás potencian el equilibrio y el control del centro de gravedad.
Incrementar las capacidades visuales. Uno de los beneficios que proporciona este deporte que a menudo pasa desapercibido es la mejora de varios aspectos relacionados con la vista. Con su práctica se consigue una mayor capacidad de enfoque lejos-cerca, y se potencia la facilidad para contrastar entre figura y fondo y el cálculo de profundidad. Además, se obtiene una mejor coordinación óculo-manual. El tiempo de reacción visual y la amplitud del campo periférico son otras dos características de la vista que se entrenan con el bádminton.
Conseguir bienestar emocional. La práctica del bádminton no sólo constituye un divertimento que permite evadirse de la realidad diaria, sino que, como ocurre con otros deporte, también ayuda a liberar endorfinas y serotonina, que reducen los niveles de estrés y ansiedad, proporcionando un estado de bienestar.
Relacionarse socialmente. Aunque mucha gente lo considera un deporte individual, a pesar de que se puede jugar por parejas, el bádminton favorece las relaciones sociales por su aporte de diversión, y es un aliciente más para salir de casa y, sobre todo en el caso de los más jóvenes, evitar el abuso de las redes sociales y otras actividades sedentarias.
Posibles contraindicaciones de la práctica del bádminton
El bádminton es un deporte que se puede practicar a todas las edades, desde los niños hasta los jubilados, y según afirma Carlos Longo “no tiene por qué haber ninguna contraindicación para practicarlo, salvo que sea por expresa indicación del médico”. Y este es el elemento clave: informarse primero si se pretende realizar con cierta intensidad, porque existe riesgo de padecer lesiones puntuales en el tren inferior, como esguinces o tendinitis, además de problemas en la espalda al arquearla para golpear el volante. También es posible sufrir lesiones de muñeca, codo y hombro.
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Además, en el caso de padecer alguna patología cardíaca el consejo médico se vuelve imprescindible, porque hay que conocer el nivel de exigencia al que se puede someter al cuerpo. En estos casos, el especialista puede indicar la necesidad de someterse a una prueba de esfuerzo para evitar complicaciones de salud.