El casco ciclista puede evitar lesiones graves en la cabeza

Usar casco ciclista evita dos de cada tres lesiones graves en cabeza y cerebro, principal causa de muerte en muchos ciclistas cuando sufren un accidente. Este dato se desprende de una investigación realizada por el Instituto de Seguridad Vial de FUNDACIÓN MAPFRE, que ha analizado estudios y recomendaciones internacionales sobre el empleo y la eficacia de este elemento de seguridad.

Los expertos señalan que los ciclistas que no utilizan casco tienen casi el doble de posibilidades de sufrir una lesión en la cabeza. Informes del National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA), por ejemplo, destacan que el uso de un casco ciclista homologado y ajustado correctamente disminuye hasta un 85% el riesgo de sufrir una lesión en la cabeza, y un 88% el de lesión cerebral.

El uso de un casco ciclista homologado y ajustado correctamente disminuye hasta un 85% el riesgo de sufrir una lesión en la cabeza, y un 88% el de lesión cerebral

El Instituto Holandés para la Investigación de Seguridad Vial, por su parte, incide en la importancia del uso del caso por parte de los niños –más propensos a caerse y a sufrir lesiones en la cabeza–, algo que en muchos países es ya de obligado cumplimiento. La Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial, y asociaciones de pediatras de varios países recomiendan que los menores utilicen siempre casco para montar en bicicleta, porque su uso reduce un 63% la incidencia de traumatismos craneales.

En 2011 se produjeron en España 4.526 accidentes en los que estuvieron involucrados ciclistas, 49 de los cuales fallecieron. Aunque el uso del casco es obligatorio si se circula en vías interurbanas, la FUNDACIÓN MAPFRE considera que se debería extender esta norma al resto de las vías para disminuir la posibilidad de lesiones.

Esta entidad también recomienda que los ciclistas vistan con prendas retrorreflectantes de alta visibilidad para reducir el número de siniestros, ya que datos del Observatorio Europeo de Seguridad Vial indican que muchos de los accidentes sufridos por ciclistas se deben precisamente a la dificultad para advertir su presencia a suficiente distancia cuando circulan por carreteras o por vías urbanas.

Fuente: MAPFRE