Semana 31 de embarazo: cambios, molestias y pruebas
Actualizado: 4 de octubre de 2022
Durante la semana 31 de embarazo, el feto suele estar ya colocado en la postura que se conoce como “presentación cefálica”, es decir, cabeza abajo, que es la posición correcta para el nacimiento.
Evolución del bebé en la semana 31 de gestación
La madurez de su cerebro cada vez es mayor, lo que hace que los movimientos de los brazos y piernas sean más frecuentes y la mamá sienta patadas más a menudo. Además, ya tiene un tamaño considerable lo que permite ver cómo parpadea o gesticula en las ecografías.
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El color de su piel ha pasado de rojo a rosáceo, y el aumento de grasa hace que su aspecto sea liso, sin arrugas.
Los pulmones comienzan su proceso de maduración al formarse el surfactante, una sustancia necesaria para poder respirar fuera del útero llegado el momento.
El feto mide alrededor de 44 centímetros y su peso ronda los dos kilos. Durante el resto de semanas no dejará de ganar peso y crecer en longitud.
Molestias en la mamá en la semana 31 de embarazo
Aproximadamente en la semana 31 de embarazo comienza el período del embarazo más molesto para la madre porque se siente pesada y es más difícil que descanse profundamente por la noche.
Como el bebé ya suele haberse dado la vuelta, su cabeza comienza a presionar la vejiga, y esto hace que la mamá tenga que ir más a menudo al baño. Es necesario entonces aumentar la higiene de las partes íntimas para evitar posibles infecciones de orina, que son frecuentes en este período del embarazo. Para ello se deben lavar las zonas íntimas con agua y jabón neutro como siempre, además de usar ropa interior de algodón poco ajustada y evitar desodorantes íntimos que pueden irritar la zona.
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La secreción de calostros a través de los pezones puede aumentar, y a partir de ahora las mamas se notarán más pesadas e hinchadas todavía, ya que se están preparando para la lactancia del bebé después del parto.
Pruebas en la semana 31 de embarazo
El control durante la semana 31 de embarazo, será por la ecografía del tercer trimestre, si esta no se ha hecho la semana previa.
Si se trata de un embarazo de riesgo, ya sea por la salud de la mamá o del bebé, se debe comenzar a controlar el bienestar fetal y estar alerta por si fuese preciso acelerar el parto. Para conocer el bienestar del feto hay diferentes métodos:
- Test no estresante: consiste en colocar registros en la tripa de la mamá para detectar los latidos del bebé y su respuesta a las contracciones uterinas.
- Perfil biofísico: en él se valoran por ecografía los movimientos corporales, respiratorios, la cantidad de líquido amniótico y la frecuencia cardíaca fetal.
- Eco-Doppler: es una ecografía que permite saber cómo fluye la sangre por el feto y así detectar pequeñas alteraciones que indiquen posibles complicaciones futuras.
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Estas y otras pruebas no se realizan en embarazos normales hasta la semana 38 de vida del feto.
Creado: 29 de septiembre de 2010