Preeclampsia, cómo evitar sus complicaciones
Es más que una hipertensión arterial durante el embarazo que daña a los riñones provocando la pérdida de proteínas por la orina. Si no se controla, sus complicaciones pondrán en peligro a la madre y al feto.

Cómo se puede prevenir la preeclampsia

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 29 de mayo de 2024

Aunque muchos de los factores de riesgo de la preeclampsia no se pueden modificar (la genética, la edad…), otros sí son modificables y además hay medidas generales que se sabe que previenen el desarrollo de una posible hipertensión arterial y proteinuria (presencia de proteínas en la orina) durante el embarazo:

  • No fumar: el tabaco aumenta las cifras de tensión arterial al dañar los vasos sanguíneos.
  • Mantener un peso adecuado: el sobrepeso y la obesidad favorecen las alteraciones metabólicas que producen hipertensión arterial y diabetes gestacional.
  • Evitar el estrés: aunque una embarazada no está limitada en su vida diaria, sí debe mantener un reposo relativo.
  • Dieta rica en calcio: consumir dos o tres gramos de calcio diarios a partir del primer trimestre de embarazo parece que disminuye el riesgo de padecer preeclampsia. Todavía no está claro si merece la pena administrar suplementos de calcio a las embarazadas en forma de pastillas o píldoras, ya que existen estudios a favor y en contra de ello.
  • Complementos de ácido fólico: esta sustancia es capaz de reducir el riesgo de preeclampsia, ya que disminuye la concentración de homocisteína en sangre, que es una de las “toxinas” que aumenta. Además, evita malformaciones embrionarias como la espina bífida. De hecho, el ácido fólico es el único folato que ha demostrado su eficacia en la disminución de los defectos del tubo neural y otras formas de folato, metilfolato o sus marcas comerciales no han demostrado eficacia en este contexto. Ingerir 400 microgramos de ácido fólico desde tres meses antes de la concepción y en el primer trimestre del embarazo disminuye eficazmente la incidencia de defectos del tubo neural en todas las mujeres, incluidas aquellas con variantes genéticas (polimorfismos) de la enzima MTHFR.
  • Dieta rica en antioxidantes: la vitamina C y la vitamina E son potentes antioxidantes que eliminan radicales libres y otras sustancias que forman parte de las “toxinas” antes comentadas. La vitamina E se encuentra sobre todo en vegetales de hoja verde (acelgas, espinacas, brócoli...), cereales y frutos secos. La vitamina C es abundante en cítricos y otras frutas (naranja, pomelo, kiwi, frambuesa...).
  • Dieta rica en pescado azul: este tipo de pescado es rico en vitaminas y en ácidos grasos omega 3, que tienen un papel esencial en la protección del endotelio que recubre el interior de los vasos sanguíneos.

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Creado: 17 de octubre de 2011

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