Desprendimiento de placenta: cómo afecta al parto
Actualizado: 31 de agosto de 2023
La placenta se encuentra unida a la pared del útero por numerosos vasos sanguíneos. Es un órgano que se desarrolla en el útero durante el embarazo y proporciona nutrientes y oxígeno al feto a través del cordón umbilical. Cuando ocurre un desprendimiento de la placenta, se interrumpe ese suministro de sangre y oxígeno al feto, lo que puede tener graves consecuencias tanto para la madre como para el bebé, por lo que es considerada una complicación grave del embarazo.
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¿Qué es el desprendimiento de la placenta?
El desprendimiento de placenta, también conocido por su nombre en latín abruptio placentae, consiste en la separación de la placenta de la pared uterina, parcial o totalmente, antes o durante el parto. Este fenómeno se produce, aproximadamente, en uno de cada 120 embarazos, y provoca una hemorragia debida a la rotura de los vasos sanguíneos que conectan placenta y útero.
Hay que distinguir tres grados en el desprendimiento de placenta, atendiendo a su gravedad:
- Grado 1: el sangrado es escaso, con pocas contracciones uterinas. No hay signos de sufrimiento fetal, ni baja presión sanguínea de la madre.
- Grado 2: la hemorragia es moderada, con más contracciones uterinas, y la frecuencia cardiaca del feto puede indicar que existe sufrimiento.
- Grado 3: el desprendimiento total (o casi total) de la placenta es infrecuente, pero grave. En este caso, el sangrado es intenso, o permanece oculto. Las contracciones uterinas son continuas, con dolor abdominal y baja presión sanguínea de la madre, que puede sufrir un shock. Es necesario practicar una cesárea de urgencia para salvar al bebé, pero si el feto no está suficientemente desarrollado, morirá, ya que no se puede detener el desprendimiento de la placenta.
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Causas del desprendimiento de placenta
Salvo en aquellos casos en los que se haya producido un traumatismo directo del útero, como un accidente de coche o cualquier otro tipo de impacto, no se conocen las causas del desprendimiento de la placenta, aunque se asocia con ciertos factores como:
- Hipertensión (presión arterial alta) durante el embarazo.
- Tabaquismo o consumo de alcohol u otras drogas.
- Embarazo previo con desprendimiento de placenta.
- Embarazo múltiple (gemelos, trillizos…).
- Anomalías o infecciones del útero.
- Edad avanzada de la madre gestante.
- Diabetes o trastornos de la coagulación.
- Lesiones abdominales traumáticas.
Síntomas del desprendimiento de placenta y complicaciones
Como en otras complicaciones relacionadas con la placenta, el sangrado vaginal es el síntoma más común, en este caso acompañado de dolor abdominal y contracciones uterinas. Los síntomas del desprendimiento de placenta pueden asemejarse a los de otros trastornos similares e incluyen:
- Sangrado vaginal: el sangrado puede ser ligero o abundante y puede variar en color desde rojo brillante hasta oscuro. En algunos casos, el sangrado puede ser interno y no ser visible externamente.
- Dolor abdominal intenso: el dolor puede ser súbito y agudo, concentrándose en la parte superior del abdomen, aunque también puede irradiar hacia la espalda..
- Contracciones uterinas: pueden sentirse como contracciones regulares y persistentes, similares a las del parto, incluso si aún no es el momento esperado para el parto.
- Náuseas y malestar general: puede experimentar síntomas como mareos, náuseas, vómitos o incluso shock debido a la pérdida de sangre.
- Disminución de los movimientos del feto: si estás siendo monitoreada médicamente, podrían notar cambios en la frecuencia cardíaca del bebé que podrían indicar problemas debido a la falta de oxígeno y nutrientes.
- Rigidez uterina: la parte abdominal puede sentirse rígida y tensa al tacto debido a la contracción constante de los músculos uterinos.
- Sangre en el líquido amniótico.
- Hemorragia posparto.
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Es importante destacar que no todas las mujeres que experimentan un desprendimiento de placenta experimentarán todos estos síntomas. Algunas mujeres pueden tener síntomas leves o atípicos. Si sospechas que podrías estar experimentando un desprendimiento de placenta o tienes alguno de estos síntomas, es crucial buscar atención médica de inmediato, ya que esta condición puede ser peligrosa tanto para la madre como para el bebé y requiere una evaluación y tratamiento médico urgente.
Tratamiento del desprendimiento de la placenta
Generalmente, cuando el desprendimiento de la placenta es leve no suele entrañar peligro, ni para la madre ni para el feto. Sin embargo, ya que no es posible interrumpir el desprendimiento de la placenta una vez que se inicia, ni reimplantarla nuevamente, si el embarazo está casi a término, probablemente el médico aconseje adelantar el parto para evitar complicaciones.
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El desprendimiento de placenta aumenta el riesgo de parto prematuro por lo que, cuando se diagnostica, se pueden administrar a la madre fármacos destinados a acelerar la maduración de los pulmones del feto, para minimizar los problemas derivados de un nacimiento pretérmino.
Si el desprendimiento continúa, la mujer tiene hemorragias importantes o el feto presenta dificultades, normalmente se practica una cesárea.
Creado: 19 de octubre de 2010