Incompetencia cervical

La incompetencia cervical es un problema que provoca que el cuello uterino se abra antes del término del embarazo originando un aborto espontáneo o un parto prematuro. Detectarlo a tiempo para tratarlo quirúrgicamente es vital para evitar riesgos.
Incompetencia cervical

Actualizado: 19 de junio de 2023

La incompetencia cervical, también conocida como cuello uterino incompetente o insuficiencia cervical, consiste en la incapacidad del cuello del útero (abertura estrecha en la parte inferior del útero que se abre durante el parto para permitir el paso del bebé) para permanecer cerrado hasta el final de la gestación. En condiciones normales, el cuello del útero permanece cerrado durante la mayor parte del embarazo para proporcionar soporte y mantener al feto en el útero, y adelgaza en la etapa final del embarazo, preparándose para el trabajo de parto. Sin embargo, si la mujer presenta insuficiencia cervical, el cuello uterino puede debilitarse y se abre antes del término del embarazo –a menudo en el segundo trimestre del embarazo– originando un aborto espontáneo o un parto prematuro.

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Aproximadamente el 25% de los abortos espontáneos que se producen después de la semana 16 se vinculan a este trastorno. Sin embargo, si se diagnostica a tiempo, se pueden tomar medidas para tratar la incompetencia cervical y reducir sus riesgos. 

La incompetencia cervical no siempre presenta síntomas evidentes, pero algunos signos que pueden indicar su presencia incluyen:

  • Dilatación prematura del cuello uterino sin contracciones laborales.
  • Presión o sensación de peso en la pelvis.
  • Secreción vaginal anormal.
  • Cambios en la longitud del cuello uterino detectados en un examen ginecológico o en una ecografía.

Causas de la incompetencia cervical

Se desconoce la causa exacta de la incompetencia cervical, pero su aparición se asocia a los siguientes factores de riesgo:

  • Procedimiento quirúrgico previo que haya producido daños o desgarros en el cuello uterino.
  • Desarrollo anormal congénito del cuello uterino.
  • Parto previo traumático.
  • Abortos repetidos (especialmente en el segundo trimestre del embarazo).
  • Embarazo múltiple (gemelos, trillizos…).
  • Escasa longitud del cuello uterino (lo normal es que mida de 2 a 2,5 centímetros).

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Ginecólogo diagnostica incompetencia cervical

Diagnóstico y tratamiento de la incompetencia cervical

La incompetencia cervical o cuello uterino incompetente es un problema que por lo general no provoca síntomas en la mujer que lo sufre –aunque a veces puede causar manchado de sangre anormal o calambres en pelvis y parte baja del abdomen–, por tanto será el médico que siga su embarazo el que, en caso de presentar alguno de los factores de riesgo anteriormente mencionados procederá a la solicitud de algunas pruebas para confirmar o descartar su presencia. 

Diagnóstico de la incompetencia cervical

El diagnóstico de la incompetencia cervical o cuello uterino débil por lo general se realiza mediante una combinación de la historia clínica, el examen físico por parte del especialista y las siguientes pruebas específicas:

  • Historia clínica: el médico recopilará información sobre tus antecedentes médicos, embarazos previos y cualquier síntoma o complicación relacionada con el cuello uterino.
  • Examen físico: durante el examen físico, el médico realizará un examen pélvico para evaluar la longitud y el estado del cuello uterino. También pueden realizar un examen manual para evaluar la resistencia del cuello uterino al tacto.
  • Ecografía transvaginal: la ecografía transvaginal es una técnica de imagen que utiliza una sonda insertada en la vagina para obtener imágenes detalladas del útero y el cuello uterino, ya que posibles cambios en su longitus pueden indicar incompetencia cervical. Realizar ecografías transvaginales en el segundo trimestre del embarazo puede permitir detectar acortamiento prematuro o dilatación anormal del cuello uterino. 
  • Test de la resistencia cervical: algunos médicos pueden realizar un test de la resistencia cervical, que implica aplicar una presión suave en el cuello uterino para evaluar su respuesta y determinar su resistencia.
  • Pruebas adicionales: en determinados casos, el especialista puede recomendar realizar otras pruebas, como la medición de la longitud del cuello uterino a lo largo del embarazo (cerclaje cervical), la evaluación de la presión intrauterina o la realización de pruebas genéticas.

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Es necesario un diagnóstico precoz de la incompetencia cervical para evitar la pérdida del bebé, ya que, en la mayoría de los casos, la mujer no sabe que padece esta anomalía hasta que se presenta un aborto o un parto prematuro, normalmente sin dolor ni contracciones previas.

Tratamiento de la incompetencia cervical

El tratamiento de la incompetencia cervical se enfoca en fortalecer y apoyar el cuello uterino para prevenir la apertura prematura durante el embarazo. Para ello se recurre a diferentes métodos, dependiendo de cada paciente, aunque en ocasiones puede ser necesario combinar varios de ellos:

  • Cerclaje cervical: el tratamiento principal es quirúrgico, mediante un procedimiento denominado cerclaje cervical, que suele realizarse entre las semanas 12 y 14 de gestación. Consiste en cerrar el cuello uterino con una sutura para evitar que se dilate antes de tiempo y conseguir que retenga al feto hasta el final del embarazo. Se recomienda a la embarazada guardar reposo o limitar su actividad física, así como abstenerse de mantener relaciones sexuales. El cerclaje se retira alrededor de la semana 36 o antes del comienzo del parto, para evitar que las contracciones desgarren el cuello uterino.
  • Pessario cervical: un pessario cervical es un dispositivo en forma de anillo que se inserta en la vagina y se coloca alrededor del cuello uterino para proporcionar soporte y mantenerlo cerrado. Puede ser una opción para aquellas mujeres que no son candidatas para el cerclaje cervical.
  • Reposo y restricción de actividad: el ginecólogo puede recomendar a algunas mujeres reposo en cama o restricción de actividad para reducir la presión en el cuello uterino y prevenir su apertura prematura. Esto puede implicar limitar la actividad física, evitar levantar objetos pesados y descansar en una posición reclinada.
  • Progesterona: en algunos casos, se puede administrar progesterona vaginal para ayudar a fortalecer el cuello uterino y reducir el riesgo de incompetencia cervical. La progesterona puede ser recomendada en mujeres con antecedentes previos de incompetencia cervical o parto prematuro.

Creado: 10 de noviembre de 2010

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