Útero irritable en el embarazo: cómo diferenciar sus contracciones

Cuando la embarazada sufre irritabilidad uterina nota contracciones antes de la 37ª semana de gestación sin estar de parto. Conoce las causas del útero irritable, cómo diferenciar sus contracciones de las de parto, y cómo se tratan.
Útero irritable, diferencias con las contracciones de parto

Por: Caridad Ruiz

Periodista especializada en salud y nutrición

Actualizado: 10 de enero de 2024

Qué es el útero irritable y cuáles son sus causas

Cuando semanas, o incluso meses antes de la fecha prevista de parto, una embarazada nota una sensación de presión en la zona inferior del abdomen y contracciones es normal que se alarme mucho. Por su mente pasa una situación que puede ser arriesgada para su bebé: un parto prematuro o pretérmino. Pero por suerte no siempre es así y el diagnóstico, tras acudir a un centro de urgencia y pasar por varias pruebas, es otro muy diferente y tranquilizador: útero irritable, lo que significa que el bebé aún no va a nacer.

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“La irritabilidad uterina ocurre cuando el útero es un poco más sensible y predispuesto a generar contracciones”, nos explica la doctora Silvia Ortega, ginecóloga de la Clínica Santa Elena, de Madrid. “El útero irritable ocurre cuando la embarazada empieza a notar contracciones antes de la 37ª semana de gestación sin estar de parto”, añade el doctor Rodrigo Orozco, especialista del Servicio de Ginecología y Obstetricia y responsable de paritorio de la Fundación Jiménez Díaz. Además de las contracciones, puede aparecer otro síntoma: “un manchado leve, como un flujo un poco oscuro”, afirma el doctor Orozco.

La diferencia entre estas contracciones y las de parto es precisamente que no lo inician y, por lo tanto, no provocan el nacimiento del bebé, aunque pueda parecerlo: la embarazada con la contracción experimenta como poco un dolor más o menos fuerte. “Son contracciones dolorosas o al menos molestas”, explica el doctor Orozco, pero “son de menor intensidad y duración que las contracciones reales de parto”, matiza la doctora Ortega.

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Pueden aparecer “en cualquier momento del embarazo, pero rara vez empiezan antes de la 24ª semana de embarazo”, añade Rodrigo Orozco. Lo más frecuente es que se den en el tercer trimestre, pero siempre antes de la 37ª semana. “A partir de entonces se considerarían como contracciones de parto o contracciones de la fase de preparto o prodrómica de parto”, indica el ginecólogo de la Fundación Jiménez Díaz. La llamada fase prodrómica del parto es la etapa previa al periodo activo de parto. Durante ese tiempo, que puede durar unos días, o tan solo unas horas, la mujer experimenta síntomas que anuncian que su bebé nacerá en breve, como contracciones leves.

Causas de la irritabilidad uterina

Aunque en muchas ocasiones no se llega a saber qué provoca que el útero empiece a contraerse, existen algunos factores que pueden predisponer a la futura mamá a que le ocurra, como:

  • Causas de la irritabilidad uterina: deshidratación

    Deshidratación materna

    Suele ser la causa más importante y frecuente. “Un estado inadecuado de aporte hídrico desencadena la irritabilidad uterina”, comenta el doctor Orozco.

  • Causas de la irritabilidad uterina: infecciones

    Infecciones

    Padecer una infección puede provocar también estas contracciones. “La más común es la del tracto urinario, habitualmente por la bacteria escherichia coli”, apunta el doctor Rodrigo Orozco. Es una infección frecuente en el embarazo y se trata con antibióticos en el propio domicilio de la embarazada, sin necesidad de permanecer ingresada en el hospital.

  • Causas de la irritabilidad uterina: infección de las membranas amnióticas

    Infección de las membranas amnióticas

    Es decir, una infección que afecta a la bolsa amniótica, al líquido amniótico, e incluso a la placenta. “Se trata de una complicación grave y difícil de tratar”, advierte el ginecólogo de la Fundación Jiménez Díaz. Aunque las contracciones no desencadenen el parto, este se tiene que adelantar, ya que de otra forma la vida del bebé podría correr peligro.

  • Causas de la irritabilidad uterina: estrés materno

    Estrés materno o actividad excesiva

    Vivir situaciones estresantes, ya sean puntuales o continuadas en el tiempo, o practicar ejercicio de intensidad elevada, actúan también como desencadenantes.

  • Causas de la irritabilidad uterina: embarazo múltiple

    Embarazo múltiple

    Cuando en el útero materno crecen dos o más bebés, el útero irritable es más habitual. 

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Contracciones del útero irritable: cómo son y cómo tratarlas

Una mujer puede notar contracciones en el útero cuando se pone de parto, pero también se producen otras contingencias durante el embarazo como las provocadas por el útero irritable, o cuando la embarazada experimenta las llamadas contracciones de Braxton-Hicks (de poca intensidad y poco frecuentes). Tanto unas como otras son diferentes, pero como nos advierte el doctor Rodrigo Orozco, especialista del Servicio de Ginecología y Obstetricia de la Fundación Jiménez Díaz y responsable de paritorio de este hospital “es fácil confundirlas”.

Diferencias entre las contracciones de parto, por útero irritable o de Braxton-Hicks

Te damos las claves para que sepas distinguir si esa molestia se debe a contracciones por irritabilidad uterina, por parto, o si son las de Braxton-Hicks:

Ritmo y regularidad de las contracciones uterinas

  • Las contracciones por irritabilidad uterina son más continuas, con mayor cadencia en el tiempo y regulares que las contracciones de Braxton-Hicks. Estas son esporádicas: “La mujer las nota durante un rato, paran, luego vuelven a aparecer, pero en la irritabilidad uterina el útero se contrae de manera rítmica durante un periodo de tiempo”, nos detalla la doctora Silvia Ortega, ginecóloga de la Clínica Santa Elena, de Madrid.
  • Las contracciones de parto también son regulares, pero el tiempo que pasa entre contracción y contracción se va acortando cada vez más.

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Contracciones del embarazo

Dolor e intensidad de las contracciones uterinas

  • Las contracciones características de la irritabilidad uterina son molestas y pueden llegar a ser dolorosas como las de parto, mientras que las de Braxton-Hicks “nunca duelen. Son incómodas porque la tripa se pone dura, pero no van asociadas a dolor”, explica el doctor Orozco. Estas contracciones “que ayudan a madurar los pulmones y el sistema nervioso del bebé y a que su cabeza se encaje dentro de la pelvis materna –afirma el doctor Orozco– empiezan en el fondo del útero, es decir, en la parte alta de la tripa, irradiándose hacia abajo”.
  • Las contracciones de parto y del útero irritable son dolorosas, pero con una diferencia: en el caso de la irritabilidad uterina su fin no es dilatar el cuello del útero y empujar al bebé para que nazca. “Por eso cuando se trata el factor que las desencadena, las contracciones desaparecen”, observa la doctora Ortega.
  • La intensidad de las contracciones en la irritabilidad uterina se mantiene o va a menos, mientras que en el parto tanto la frecuencia como la intensidad van a más. “En el siglo XXI todavía la ciencia no sabe por qué se desencadena el parto. Pero sí que se sabe que una vez que empiezan las contracciones de parto, no hay nada que las frene”, reflexiona el doctor Orozco.

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Pruebas para identificar las contracciones del útero irritable

El útero irritable en el embarazo es una urgencia médica, y cuando la mujer experimenta contracciones dolorosas antes de la 37ª semana de embarazo, no tiene que dudar: debe acudir a las urgencias de un hospital maternal. Aunque crea que se trata de irritabilidad uterina es imprescindible que un médico o una matrona lo confirme. “Hay que estar muy atento porque esas contracciones pueden desencadenar una amenaza de parto. Siempre deben ser evaluadas por un especialista”, nos explica el doctor Rodrigo Orozco, especialista del Servicio de Ginecología y Obstetricia y responsable de paritorio de la Fundación Jiménez Díaz.

Monitorización fetal

Un estudio de la Universidad de Mississippi (Estados Unidos) publicado en American Journal of Obstetrics and Gynecology, en el que se estudiaba si el útero irritable es un factor de riesgo de parto prematuro, concluía que la tasa de parto pretérmino en las mujeres con irritabilidad uterina era mayor que la de la población en general.

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Una vez en el centro hospitalario, las pruebas que le harán a la embarazada para confirmar si las contracciones son de parto o por útero irritable son:

  • Monitorización fetal: “para ver qué tipo de contracciones tiene, su regularidad e intensidad”, indica el doctor Orozco. Si tanto una como otra disminuyen significa que quizás la mujer no esté de parto.
  • Ecografía vaginal: “para valorar la longitud del cuello del útero. Este parámetro nos sirve para predecir de forma fiable si la mujer se va a poner de parto o no”, señala el doctor Orozco.

Tratamiento para detener las contracciones del útero irritable

Si el monitor fetal indica que las contracciones son regulares y en la ecografía el cuello del útero se percibe corto, con menos de 25 mm o 15 mm, según la semana del embarazo, “la mujer debe permanecer ingresada porque el parto ya se ha iniciado”, explica el doctor Orozco.

Pero, si por el contrario, ambas pruebas confirman que el bebé aún no va a nacer, los pasos a seguir van encaminados a tratar las causas que provocan la irritabilidad uterina para detener esas contracciones:

  • Tratamiento para detener las contracciones del útero irritable: hidratación

    Hidratación

    El ginecólogo explica que “la primera medida que tomamos es hacer una hidratación intravenosa de la gestante”. Con este tratamiento tan sencillo a menudo las contracciones disminuyen. Una vez que se le dé el alta, se recomienda a la embarazada una buena hidratación con líquidos isotónicos. “Pero siempre con un control muy estrecho para verificar que estas contracciones desaparecen”.

  • Tratamiento para detener las contracciones del útero irritable: tocolítico ntravenoso

    Tratamiento tocolítico intravenoso

    Son medicamentos que reducen las contracciones del útero. “En caso de alto riesgo de parto pretérmino se utilizan para intentar frenar esta situación”, afirma el ginecólogo de la Fundación Jiménez Díaz.

  • Tratamiento para detener las contracciones del útero irritable: progesterona vaginal

    Progesterona vaginal

    Sirve para disminuir esa actividad del útero. “Es un tratamiento sencillo y que la mujer puede aplicarse en casa para disminuir la irritabilidad uterina”. Así lo confirmó un estudio internacional, publicado en Ultrasound Obstetrics and Gynecology, en el que participó el IVI de Valencia. En él se señalaba que la progesterona vaginal ayudaba a reducir los partos prematuros en los embarazos gemelares.

  • Tratamiento para detener las contracciones del útero irritable: aumentar el flujo sanguíeno hacia el bebé

    Aumentar el flujo sanguíneo hacia el bebé

    Para ello, se coloca a la madre recostada sobre el lado izquierdo. Esta postura ayuda a que se libere la vena cava inferior y aumente la cantidad de sangre que llega a la placenta y al feto, al tiempo que disminuye las contracciones por irritabilidad uterina. 

  • Tratamiento para detener las contracciones del útero irritable: reposo

    Reposo

    Es bueno el reposo para liberar situaciones de estrés. Además, los médicos suelen recomendar abstenerse de mantener relaciones sexuales.

Creado: 6 de abril de 2020

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