Macrosomía fetal
En algunas ocasiones –entre un 6 y un 10% de los embarazos– el feto puede tener un exceso de tamaño. Descubre por qué sucede y qué repercusiones puede tener la macrosomía fetal en el desarrollo del bebé.

Tratamiento de la macrosomía fetal

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 20 de junio de 2023

Una vez que se sabe que el feto es macrosómico no hay ningún tratamiento que reduzca su tamaño. Los únicos tratamientos que se pueden aplicar son aquellos que evitan las complicaciones durante el parto y en el neonato. En cualquier caso, el tratamiento de la macrosomía fetal se basa en una evaluación individualizada de cada caso y puede variar según la situación y las circunstancias específicas. Algunas opciones de tratamiento y manejo que pueden considerarse incluyen:

  • Monitorización y seguimiento: si se sospecha macrosomía fetal, el médico puede realizar un seguimiento más frecuente del embarazo mediante ecografías y otras pruebas para evaluar el crecimiento y el bienestar del bebé. Esto ayuda a determinar si es necesario tomar medidas adicionales.
  • Control de la diabetes gestacional: si la macrosomía fetal está asociada con la diabetes gestacional, es fundamental mantener un control adecuado de los niveles de glucosa en sangre durante el embarazo. Esto puede requerir cambios en la dieta, ejercicio regular y, en algunos casos, medicamentos para controlar los niveles de azúcar en sangre.
  • Manejo del parto: aunque no hay un acuerdo entre los obstetras, cada vez es más frecuente que en los casos de fetos macrosómicos se opte por un parto por cesárea. Así se evitan las complicaciones mencionadas como traumatismos del bebé durante el parto vaginal, desgarros perineales y distocias. Sin embargo, esta decisión se toma de manera individualizada y se discute entre la madre y el equipo médico.
  • Inducción del parto: en situaciones en las que el bebé es macrosómico y existe preocupación por el bienestar de la madre o del bebé, el médico puede recomendar la inducción del parto antes de la fecha prevista para reducir el tamaño del bebé y evitar complicaciones.
  • Manejo del peso durante el embarazo: si se ha identificado la macrosomía fetal en un embarazo previo, se puede aconsejar a la madre que controle su ganancia de peso y siga una dieta equilibrada y saludable durante el embarazo.
  • En el neonato el tratamiento se centra en evitar la hipoglucemia y las alteraciones hidroelectrolíticas que la acompañan. Para ello se suministran sueros con glucosa y con las sales adecuadas para el organismo del recién nacido. También se deben controlar los niveles de bilirrubina y la cantidad de glóbulos rojos en sangre para evitar un posible daño neurológico.

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Mujer embarazada con un bol de verduras

¿Cómo se puede prevenir la macrosomía fetal?

Fundamentalmente hay tres aspectos a los que prestar atención para poder prevenir una macrosomía fetal:

  • Dieta y control del sobrepeso: las madres obesas tienen mayor riesgo de concebir un feto macrosómico, ya sea por la mayor predisposición a desarrollar una diabetes gestacional, o por otros mecanismos hormonales aún no conocidos. Por eso la madre debe procurar mantener su peso dentro de los límites aconsejados para su constitución, antes y durante el embarazo. Asegúrate de incluir una variedad de alimentos saludables, como frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y lácteos bajos en grasa. Evita consumir en exceso alimentos ricos en azúcares añadidos y grasas saturadas. Si tienes sobrepeso u obesidad, puedes plantearte contar con un profesional de la salud para lograr un peso saludable.
  • Control de la glucemia: las mujeres que padezcan diabetes antes del embarazo y durante el mismo deben controlar exhaustivamente el nivel de azúcar en sangre para evitar un aporte excesivo al feto que produzca hiperinsulinemia. Además, una diabetes mal controlada antes del embarazo se asocia a malformaciones en la etapa embrionaria del feto. Esto implica llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y, en algunos casos, tomar medicamentos para mantener los niveles de azúcar en sangre bajo control.
  • Inducción del parto: cuando el embarazo llega a la semana 40 se debe aumentar el control sobre el feto y la madre. Si el feto comienza a alcanzar dimensiones cercanas a la macrosomía se debe valorar la interrupción del embarazo y provocar el parto si es necesario.
  • Realizar actividad física regular: mantenerte activa durante el embarazo puede ayudarte a controlar el peso y promover un embarazo saludable. Consulta con tu médico para obtener recomendaciones sobre el tipo y la cantidad de ejercicio adecuados para ti.

  • Control prenatal regular: asistir a las citas de control prenatal de manera regular es esencial para monitorear el crecimiento y el desarrollo del bebé. El médico puede realizar ecografías y otras pruebas para evaluar el tamaño del bebé y detectar cualquier señal de macrosomía fetal.

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Creado: 9 de agosto de 2011

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