Mitos sobre el ácido fólico: resuelve tus dudas

Tomar un suplemento diario de 400 microgramos de ácido fólico (y no otras formas de folato) antes y durante el embarazo previene malformaciones en el bebé, pero ciertos bulos que circulan en las redes sociales pueden generar dudas. Varios expertos desmontan estos falsos mitos sobre su ingesta.
Mujer embarazada pensativa acariciando su vientre
Eva Salabert

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Actualizado: 1 de octubre de 2024

Los folatos son una vitamina del grupo B que contienen algunos alimentos como legumbres, frutos secos, cítricos y vegetales. Sin embargo, aunque las cantidades que se obtienen a través de la dieta pueden ser suficientes para la población general, en el caso de las mujeres embarazadas la demanda de este nutriente aumenta y es necesario que tomen suplementos de ácido fólico porque ayudan a prevenir que su bebé nazca con malformaciones congénitas graves como los defectos del tubo neural (en el cerebro o la columna vertebral), como la espina bífida.

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Estas graves complicaciones se producen al inicio del embarazo cuando el tubo neural no se cierra correctamente, por lo que la recomendación es que la mujer comience a tomar un suplemento de 400 microgramos de ácido fólico (y no otras formas de folato) en el momento en que toma la decisión de quedarse embarazada. También la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la suplementación oral diaria con 400 µg (0,4 mg) de ácido fólico en las mujeres embarazadas para prevenir la anemia materna y los defectos del tubo neural en el feto y aconseja que se empiece a tomar cuanto antes.

“En el universo de las vitaminas y suplementos, el ácido fólico brilla con luz propia. Este compuesto ha demostrado ser la herramienta indispensable en la prevención de defectos congénitos del tubo neural en bebés, con una eficacia que ninguna otra forma de folato puede proclamar”, ha declarado el Dr. Javier Ruiz Labarta, especialista en ginecología y obstetricia en el Hospital Gregorio Marañón, durante un reciente debate.

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Así, gracias a la ingesta de suplementos de ácido fólico en los últimos 35 años se ha reducido significativamente el porcentaje de niños que nacen con malformaciones congénitas, que ha pasado del 2,2% al 0,96%, mientras que en el caso de la espina bífida se ha producido una drástica disminución, pasando de 4,73 a 0,48 casos por cada 1.000 nacimientos, según datos del Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas (ECEMC), que empezó a registrar los bebés nacidos con este tipo de defectos en 1980.

Infografía de una píldora de vitamina B9

Mitos y bulos sobre los suplementos de ácido fólico en el embarazo

Es fundamental, sin embargo, aclarar una serie de bulos que han circulado por las redes sociales y que han sembrado dudas sobre esta suplementación clave para la embarazada, al difundirse mensajes que mezclan conceptos como ácido fólico y folatos y afirmar que las mujeres con variantes genéticas (polimorfismos) de la enzima MTHFR no procesan bien el ácido fólico. Una información que no es correcta y puede tener graves consecuencias sobre la salud del bebé si la madre no toma los suplementos avalados por la ciencia.

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Para aclarar esta cuestión la Asociación de Informadores de la Salud (ANIS) en colaboración con la Federación de Asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria (FAECAP), RedMadre y la Clínica Elena Valiente han organizado recientemente un debate en el que varios profesionales sanitarios especializados en este tema han desmontado los falsos mitos sobre la suplementación con ácido fólico para las embarazadas que se infiltran en las redes, al tiempo que han aclarado y explicado sus beneficios.

Diferencias entre ácido fólico y folatos

Ácido fólico y folato con frecuencia se usan indistintamente, pero no son lo mismo y no se deben confundir. El folato es el término general que se utiliza para denominar a la vitamina B9 que se encuentra en distintos formatos, mientras que el ácido fólico es la forma de folato que contienen los suplementos vitamínicos que deben tomar las mujeres antes de la concepción y durante todo el embarazo.

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Los folatos son nutrientes esenciales que el cuerpo no puede sintetizar y es necesario aportarlos a través de la dieta o suplementos. Verduras como las espinacas, la lechuga, las acelgas o el brócoli, la yema de huevo, el hígado y algunas frutas, como los cítricos, contienen folatos, pero la mayoría de las personas no consiguen niveles adecuados solo a través de la alimentación, por lo que con frecuencia la mujer presenta un déficit de esta vitamina que hay que corregir antes de la concepción.

El ácido fólico es más estable y nuestro organismo lo absorbe por completo, mientras que los folatos presentes en los alimentos se pierden con la oxidación, la luz y el calor, y durante la preparación de los alimentos desaparece una gran cantidad de estos nutrientes; por ejemplo, en la cocción de los vegetales se puede destruir el 50-80% de sus folatos.

Fuentes de ácido fólico

Suplementos de ácido fólico y mutación genética MTHFR C677T

Con respecto a las mujeres portadoras de la variante MTHFR C677T, el Dr. Javier Ruiz Labarta especialista en ginecología y obstetricia en el Hospital Gregorio Marañón, ha explicado durante el debate que se trata de “una mutación en un gen que codifica una proteína que hace que la metabolización del ácido fólico sea un poco más lenta, pero ya hay estudios que han demostrado que esa metabolización más lenta se da en situación de no suplementación, es decir, cuando tú lo tomas por la dieta, pero en el momento que estás tomando la pastilla con 400 miligramos de ácido fólico, aunque tengas esa mutación la cantidad de ácido fólico va a ser la suficiente para prevenir esos defectos del tubo neural”.

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La matrona María Jesús Domínguez, expresidenta de la Federación de Asociaciones de Matronas de España y de la Asociación de Matronas de Madrid y actualmente consejera de ambas, ha destacado que como “el suplemento se debe tomar a diario los niveles de ácido fólico estarán siempre altos y estables”. Por ello, insiste en que carece de importancia si la mujer tarda 30 minutos más en metabolizar el fármaco por ser portadora de la variante. “En estudios internacionales con una amplísima gama de mujeres –continúa explicando la matrona– algunas tenían la mutación y otras no la tenían y se ha comprobado que esto no influye”.

Uno de estos trabajos es el estudio Preconception folic acid supplementation for the prevention of birth defects: a prospective, population-based cohort study in mainland China, publicado en febrero de 2024 en BMC Pregnancy and Childbirth, en el que participaron más de medio millón de embarazadas. Sus resultados muestran que los defectos del tubo neural disminuyen tras la suplementación con 400 microgramos de ácido fólico en todas las mujeres, y que incluso en el norte del país, donde hay una elevada prevalencia de mujeres con las variantes en la enzima MTHFR, hay zonas con un 0% de defectos congénitos.

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También los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos advierten que “el ácido fólico es la única forma de folato que ha demostrado que ayuda a prevenir los defectos del tubo neural”. Y añaden: “Es posible que haya escuchado o leído que si tiene una variante MTHFR C677T debe tomar otros tipos de folato (como 5-MTHF), pero esto no es cierto. El ácido fólico es el único tipo de folato que se ha demostrado que ayuda a prevenir los defectos del tubo.

Mujer embarazada tomando ácido fólico

Riesgos de no tomar suplementos de ácido fólico

El ácido fólico ayuda a la síntesis y la metilación del ADN del futuro bebé y a la formación de diversos tejidos tanto maternos, como fetales, ha afirmado el Dr. Ruiz Labarta. Según el especialista en ginecología y obstetricia la suplementación con ácido fólico está muy implantada en España desde hace décadas y las mujeres que acuden a consulta en la actualidad no ponen en duda sus beneficios, sin embargo, también advierte que “puede ser peligroso que en redes sociales se esté cuestionando esto ahora porque en unos años la gente más joven y con mayor acceso a esas redes sociales podría dejar de tomar ácido fólico y podríamos ver que aumentan las tasas de espina bífida, de problemas del tubo neural”.

Por su parte, la matrona María Jesús Domínguez ha añadido que “el ácido fólico interviene también en los procesos de metilación global del ADN, de su mantenimiento y reparación, teniendo un efecto beneficioso global sobre la prematuridad, el bajo peso al nacer, la hipertensión en el embarazo, la obesidad y resistencia a la insulina materna e infantil, así como el desarrollo neurocognitivo infantil”. “Nosotros recomendamos a las pacientes mantener la suplementación con ácido fólico durante todo el embarazo y la lactancia”.

Por todo ello, es de vital importancia que se contraste este tipo de informaciones que aparecen en las redes con los profesionales sanitarios, y la visita preconcepcional es clave para poder empezar con la suplementación cuanto antes y no seguir modas ni tendencias, sino basarse únicamente en la evidencia científica, concluye Domínguez.

Creado: 1 de octubre de 2024

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