Movimientos fetales
Los movimientos fetales tienen un gran valor preventivo: observa durante la gestación cómo y cuándo se mueve tu bebé para saber que está creciendo bien o, por el contrario, acudir a tu médico si intuyes que algo va mal.

¿Por qué no se mueve el feto? ¿Qué problemas indica?

Por: Amparo Luque

Periodista experta en embarazo e infancia

Actualizado: 29 de julio de 2022

La causa más frecuente de la disminución en los movimientos en un feto que previamente los había adquirido correctamente es la insuficiencia placentaria. El doctor Gratacós, experto en medicina materno-fetal, lo explica de este modo: “la placenta es el órgano que el feto desarrolla para alimentarse a través de la madre, pero no sólo actúa como intestino del bebé, sino también como su pulmón. Por eso, que la placenta no se desarrolle correctamente conlleva una falta de nutrientes y una reducción de oxígeno que hacen que el feto disminuya sus movimientos. Y es que los movimientos dependen de una parte del cerebro que es automática y si éste tiene menos oxígeno, inhibe los movimientos, deja de gastar energía”.

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Consecuentemente, esta falta de alimento y oxígeno lo que produce son problemas de crecimiento, una situación que puede ser muy peligrosa para el bebé y que precisamente por eso es fundamental detectarla a tiempo. “Más o menos en el 30% de los casos que una madre viene con reducción de movimientos fetales detectamos que hay un retraso de crecimiento. Una vez que descubrimos esto vigilamos y monitorizamos al bebé, lo que nos permite tener todo bajo control”.

“Si el retraso es leve –prosigue Gratacós– dejamos que el embarazo continúe con ciertas precauciones, por ejemplo recomendamos a la madre reposo, para que facilite que el bebé reciba más nutrientes. Suelen ser así, problemas leves que además se detectan con 35-36 semanas de gestación, por lo que, por lo general, no hace falta provocar que el bebé nazca antes. Se le vigila y cuando cumple las 37 semanas, a término, nace siendo un niño normal, que evoluciona muy bien. Pero el sólo diagnóstico de este retraso de crecimiento ya evita la mortalidad; tiene una capacidad de disminuir 1-1.000 casos de muerte fetal”, puntualiza Eduard Gratacós.

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Es decir, tú como embarazada, que has ido observando los movimientos de tu bebé eres la que se encarga de “dar la voz de alarma” si notas algo extraño y, a partir de ahí, ambos ya estáis en buenas manos, con la tranquilidad de que seguramente todo irá bien. 

Creado: 15 de junio de 2015

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