En este tercer mes de embarazo los cambios hormonales te pueden volver más sensible, y empiezas a notar la tripita por el aumento del útero. Además, el cerebro de tu futuro bebé experimenta un gran desarrollo. Conoce los primeros cambios y pruebas.
En poco más de dos meses de embarazo, el útero ya ha aumentado bastante de tamaño y ocupa la mayoría de la pelvis. En esta décima semana de gestación no se puede saber aún cuál es el sexo del futuro bebé (el tubérculo genital no se ha desarrollado todavía), aunque no queda mucho tiempo para que comience el desarrollo de los órganos sexuales a nivel externo.
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Desarrollo del bebé en la semana 10 de embarazo
En la semana 10 de embarazo el feto mide aproximadamente unos 4 centímetros y su peso gira en torno a los 5 gramos.
La forma humana se define cada vez con mayor nitidez, como los brazos, las manos, las muñecas y los dedos; algo que se apreciaba ya en la semana anterior con la peculiaridad de que en esta semana se observan una gran variedad de movimientos en el feto, aunque la mamá todavía no pueda notarlos.
La cara es más redondeada, los ojos permanecen cerrados y la boca se abre y se cierra. Se experimenta un notable desarrollo a nivel del cerebro, donde la producción de neuronas aumenta en unas 250.000 por minuto.
Síntomas de la mamá en la semana 10 de embarazo
Se empieza a notar algo de tripita aunque es la futura mamá quien más siente el vientre hinchado. El útero ha aumentado de tamaño ocupando la mayoría de la pelvis, incrementándose las ganas de orinar debido al aumento de presión.
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Las mamas siguen aumentando de tamaño, y los sujetadores normales empiezan a molestar, es buen momento para empezar a cuidar tu pecho durante el embarazo.
La acción de las hormonas provoca que la embarazada se encuentre más sensible, y experimente cambios de humor, con facilidad para llorar o emocionarse con acontecimientos o situaciones que antes no le afectaban.
Recomendaciones en la semana 10 de embarazo
La alimentación de la futura madre es un factor fundamental para garantizar un buen desarrollo fetal, con una dieta sana y equilibrada con productos frescos y naturales.
Se debe controlar el aumento de peso. Normalmente, no se aconseja superar el kilo y medio al mes, pero será el médico especialista quien lleve un estudio exhaustivo del embarazo y quien aconsejará lo más conveniente dependiendo de cada embarazo.