Semana 11 de embarazo: evolución y cambios
Actualizado: 4 de octubre de 2022
La transformación que se ha producido desde la creación del cigoto en la primera semana del embarazo, hasta la actual apariencia del feto en la semana 11, es asombrosa. De una estructura de tan sólo 12 células, se ha pasado a un ser vivo formado por miles y miles de células, cada una de ellas realizando su función correspondiente.
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Evolución del bebé en la semana 11
El feto mide aproximadamente unos seis centímetros y su peso se ha incrementado hasta alcanzar los 8-9 gramos. Se puede apreciar que su crecimiento ha sido significativo comparando la undécima semana de embarazo con la décima.
Esta semana está marcada por el desarrollo exterior de los órganos sexuales. Si lo permite la ecografía ya se puede decir si es niño o niña. También se destaca el comienzo de la producción de glóbulos rojos por el organismo del feto, y el continuo desarrollo de los órganos y miembros corporales.
Comienzan a desarrollarse la barbilla y el cuello, lo que conlleva que la cabeza se vaya separando de la posición inicial (pegada al pecho). La cabeza sigue ocupando la mitad de la longitud embrionaria, pero su crecimiento empieza a ralentizarse y, poco a poco, se situará en proporción al resto del cuerpo.
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Brazos y piernas continúan alargándose, apareciendo las uñas. Sus dedos están separados y pronto será capaz de abrir y cerrar sus puños. Sus huesos ya empiezan a endurecerse.
Se pueden apreciar los vasos sanguíneos gracias a que su piel es todavía transparente.
El feto posee un pequeño estómago del tamaño de un grano de arroz, un pequeñísimo hígado que cumple con sus funciones, y unos riñones que le permiten procesar la sangre de su sistema sanguíneo, generando orina que será conducida al líquido amniótico.
Otro dato que destaca en esta semana es la aparición de algunos reflejos, como el denominado ‘reflejo patelar’, que provoca la extensión de las piernas haciendo que el feto oprima las paredes del útero y se desplace. Este reflejo garantiza un desarrollo adecuado de los músculos, siendo a su vez el precursor de la acción de andar.
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En el caso de que el feto sea un varón, esta semana sus testículos comenzarán a producir la hormona masculina, la testosterona.
Cambios en la futura mamá
A partir de la semana 11 de embarazo, comienza un período más tranquilo. Las molestias matinales (las náuseas por las mañanas) pueden empezar a desaparecer, aunque depende del organismo de cada embarazada, ya que algunas tardan un poco más en dejar de percibir estas molestias.
Se experimentan muchos cambios en el organismo, a pesar de que el cansancio y el sueño son dos de los factores predominantes. La circulación sanguínea aumenta por las necesidades del bebé, lo que provoca una respiración más rápida.
Además de un olfato pronunciado, puede notarse un aumento en la producción de saliva.
Hay mujeres embarazadas que sufren una mayor caída del cabello y sus uñas empiezan a quebrarse; y otras mujeres, por el contrario, se ven fortalecidas.
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Los calambres en las piernas, a nivel de las pantorrillas, así como una sensación de pesadez, son frecuentes a partir de este momento.
Se recomienda tener cuidado con la exposición al sol, ya que las gestantes son más propensas a la aparición de manchas solares. Es importante utilizar cremas con un factor de protección solar alto, sobre todo si es verano.
Los controles médicos son esenciales, sin olvidar el estilo de vida y la alimentación.
Pruebas diagnósticas en la semana 11 de embarazo
Si en esta semana se ha realizado la ecografía, los especialistas determinarán el desarrollo adecuado del feto. Para ello se basan en tres valores:
- El diámetro biparietal (DBP), valor que determina la distancia entre los huesos parietales de la cabeza del bebé.
- La longitud del fémur.
- El diámetro abdominal.
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También se determinará la presencia de posibles anomalías o malformaciones.
Creado: 15 de julio de 2010