Semana 21 de embarazo: evolución y cambios
Actualizado: 4 de octubre de 2022
Se ha superado el meridiano del embarazo, y comienza la cuenta atrás. En la semana 21 de gestación los cambios en el futuro bebé son notables.
El bebé en semana 21 de gestación
En la semana 21 de embarazo, el feto pesa aproximadamente 300 gramos y mide unos 18 cm.
Su sistema digestivo se ha desarrollado progresivamente durante las últimas semanas, y ya le permite tragar líquido amniótico, absorber parte de ese líquido en el intestino delgado y pasar el resto al intestino grueso. De esta manera, sigue creciendo y madurando para estar preparado en el momento en el que realice su primera toma.
PUBLICIDAD
Por el momento, recibe casi todos sus nutrientes a través de la placenta; la sangre de la madre transporta todo aquello que necesita para un desarrollo adecuado: vitaminas, oxígeno, minerales, etcétera.
En esta semana 21 puede abrir los ojos, pero solamente percibe luz; se forman las pestañas, cuya función es proteger al ojo.
El feto se mueve con mucha libertad, y la madre aprecia esos movimientos en áreas cerca del pubis o en la zona alta del abdomen.
Cambios en la mamá en la semana 21 de embarazo
Ya se nota que la tripa ha aumentado; el abdomen adquiere mayor volumen a medida que crece el útero. El ombligo puede aplanarse o salirse hacia fuera en forma de hernia. Puede aparecer, en la pared abdominal, una línea que parece dividirla; se denomina diástasis de rectos (los músculos rectos del abdomen se estiran hacia los lados, pudiéndose separar en la línea media). No se trata de ninguna complicación, no es doloroso ni peligroso, y facilita la percepción de los movimientos del feto.
PUBLICIDAD
La actividad del bebé se apreciará más durante la noche, en posición tumbada. Cuando la mamá descansa, es un momento placentero en el que se aconseja hablar al bebé, ponerle música, etcétera.
Se considera la fase más agradable de la gestación; las molestias no son tan acusadas y ciertos síntomas desagradables, como las náuseas, han remitido.
Pruebas diagnósticas en la semana 21 de embarazo
La cordocentesis o funiculocentesis es una prueba diagnóstica invasiva que se realiza a partir de la semana 20 de embarazo (no antes, ya que ahora el cordón umbilical tiene un tamaño lo suficientemente grande como para acceder a él) a través de control ecográfico, y con un consentimiento informado por parte de los padres. Esta prueba se realiza fundamentalmente con objeto de diagnóstico para confirmar una sospecha ecográfica, y también tiene un uso terapéutico, como tratamiento de algunas enfermedades del feto.
PUBLICIDAD
Consiste en extraer sangre de la vena del cordón umbilical mediante una aguja que atraviesa la pared abdominal y la pared del útero. Sirve para detectar anomalías genéticas, enfermedades sanguíneas, infecciones e incompatibilidad de Rh. Su ventaja frente a la amniocentesis es que se obtiene un resultado más rápido.
Creado: 28 de septiembre de 2010