En el séptimo mes de embarazo el aumento de peso te puede causar diversas molestias, como hemorroides, insomnio o dolores musculares. El bebé está muy desarrollado, y empieza a posicionarse para el parto.
En la semana 29 de embarazo, la cabeza del bebé todavía es grande con respecto al tamaño del resto del cuerpo, aunque ya le queda menos para alcanzar la proporcionalidad. Toma nota de cómo va su desarrollo
Desarrollo del bebé en la semana 29 de gestación
El feto en esat semana pesa aproximadamente 1.500 gramos y ronda los 40 cm.
Comienza a encajarse dentro del útero, posicionándose para el futuro nacimiento, normalmente con la cabeza hacia abajo, por lo que sus “pataditas” irán dirigidas hacia las costillas de la madre. Su posición puede variar todavía, aunque cada vez tiene menos espacio para moverse dentro del útero debido al aumento constante de tamaño durante estas últimas semanas.
PUBLICIDAD
Sus pulmones continúan realizando movimientos rítmicos, que imitan la respiración, y permitirán que el bebé consiga respirar cuando nazca.
Su oído está muy desarrollado y, aunque no puede ver, ya puede distinguir la claridad de la oscuridad.
Molestias en la mamá en la semana 29 de embarazo
En la semana 29 de embarazo, las temidas estrías son más evidentes. La distensión de la piel a causa del incremento de volumen del abdomen y las mamas provoca la aparición de estas líneas blancas, que resultan sumamente difíciles de eliminar después del embarazo. Es conveniente, pues, prevenirlas en la medida de lo posible, y consultar a un especialista para emplear los productos más adecuados para cada tipo de piel.
El estreñimiento y la presión del útero también pueden favorecer la aparición o el empeoramiento de las hemorroides. Una dieta rica en fibra y realizar ejercicio de forma moderada pueden aliviar este problema tan habitual en el embarazo.
PUBLICIDAD
Por otro lado, seguir una dieta equilibrada, además, contribuirá a controlar la ganancia de peso que, en el último trimestre del embarazo, es más acentuada.