La técnica Lamaze

La técnica Lamaze para preparar el parto es una filosofía surgida en los años 50, que toma su nombre del obstetra francés Ferdinand Lamaze, quien la popularizó en Francia en la década de 1950 y 1960, y que afirma que el parto es un proceso fisiológico normal y natural, y que las mujeres deben estar preparadas para abordarlo sin miedo y con confianza. El Método Lamaze es un enfoque de preparación al parto que se centra en ayudar a las mujeres a tener un parto más natural y con menos intervenciones médicas, al mismo tiempo que les brinda las herramientas para controlar el dolor y la ansiedad durante el proceso de parto.

El objetivo de Lamaze consiste en enseñar a las mujeres a controlar la respiración y técnicas de relajación basadas en estímulos táctiles (masajes), visuales (centrándose en la visualización de un objeto) y auditivos (palabras de aliento), que contribuyen a eliminar el estrés y a disminuir la percepción del dolor provocado por las contracciones.

En el método Lamaze, denominado también psicoprofilaxis, el padre juega un papel fundamental, ayudando a la mujer con masajes y apoyo psicológico, y compartiendo con ella de forma activa el nacimiento de su bebé.

Aunque este método tiene como objetivo conseguir un parto consciente sin dolor, esto no quiere decir que sea contrario al uso de la anestesia epidural, en caso de que la mujer la solicite.

La técnica Lamaze está bastante extendida y trasciende su función como método de ayuda al parto, para convertirse en una filosofía que entiende la paternidad como una función vital.

Pautas para seguir el método Lamaze

Estos son los principios básicos en los que se basa la técnica Lamaze:

• Educación: la mujer embarazada y su pareja (si la tiene) reciben educación exhaustiva sobre el proceso de parto, incluyendo la anatomía y fisiología del parto, las diferentes etapas del trabajo de parto y las opciones disponibles para el alivio del dolor y el parto.
• Técnicas de respiración: se enseñan diversas técnicas de respiración que ayudan a la mujer a mantener la calma y a lidiar con el dolor durante el trabajo de parto. Estas técnicas pueden incluir la respiración profunda y lenta, así como la respiración superficial y rápida, según la etapa del parto.
• Relajación: se enseñan técnicas de relajación para reducir la tensión muscular y el estrés durante el parto. Esto puede incluir ejercicios de relajación muscular progresiva y visualización.
• Apoyo continuo: la técnica Lamaze promueve el apoyo continuo de la pareja, un amigo o una doula (una persona capacitada en el apoyo al parto) durante todo el proceso de parto. Este apoyo puede ser emocional y práctico, brindando confort y ayudando con las técnicas aprendidas.
• Toma de decisiones informadas: se alienta a la mujer a tomar decisiones informadas sobre su atención médica y las intervenciones durante el parto. La educación previa al parto es fundamental para que la mujer comprenda sus opciones y pueda comunicarse efectivamente con el personal médico.
• Mínima intervención: el Método Lamaze promueve la idea de que el parto es un proceso natural y que las intervenciones médicas deben usarse solo cuando son necesarias para la salud de la madre o el bebé. Por tanto, defiende no inducir el parto y que las contracciones naturales permiten a la madre tener la máxima libertad para adecuar su postura y apostar por el parto espontáneo.
• No dar a luz tumbada: entre las pautas a seguir en este método se considera que la mejor postura para dar a luz es en cuclillas o de pie para facilitar que la cadera se ensanche y que la gravedad haga su trabajo.

La técnica Lamaze ha evolucionado con el tiempo y puede variar en su aplicación según el instructor y las preferencias de la mujer. Algunas mujeres encuentran que las técnicas de Lamaze les ayudan a sentirse más empoderadas y afrontar el parto de manera efectiva, mientras que otras pueden preferir enfoques diferentes. En última instancia, la elección de un enfoque de preparación al parto debe basarse en las necesidades y deseos individuales de la mujer embarazada.