Falsos mitos sobre la cesárea

Como se ha explicado anteriormente, la cesárea es la operación obstétrica más frecuente en las sociedades desarrolladas. Se trata de un procedimiento muy popular, y es fácil que surjan ideas erróneas al respecto. Algunas afirmaciones que circulan sobre la cesárea y que no son ciertas son:

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  La cesárea es una operación sencilla que ahorra trabajo

  Falso: La operación cesárea ha mejorado su técnica en los últimos tiempos, pero no deja de ser una operación quirúrgica con riesgos (dos o tres veces más que el parto por vía vaginal). Implica un control respiratorio, cardíaco y anestésico estricto, tanto de la madre como del bebé, y por ello es una opción que se debe tomar una vez valorados los riesgos y beneficios que supone. Además, su coste económico es alto y el postoperatorio es largo.

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  El parto vaginal daña de por vida el suelo de la pelvis

  Falso: No hay estudios fiables que relacionen el parto vaginal con algunas alteraciones del suelo pélvico como la incontinencia urinaria (pérdidas de orina), el prolapso vaginal o el prolapso rectal. El parto vaginal sigue siendo la mejor opción, por ser la más fisiológica y la que ofrece mayores garantías a la madre y al bebé en condiciones de buena salud.

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  La madre puede optar por una cesárea siempre que quiera

  Falso: Como es natural, la madre es la persona que tiene derecho a decidir cómo llevar a cabo el parto de su hijo, y debe conocer todas las opciones posibles, con los riesgos y beneficios que entrañan. Sin embargo, la elección de un parto por cesárea siempre debe estar motivada por razones estrictamente médicas que el ginecólogo debe valorar.

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  Hoy en día casi todos los partos son por cesárea

  Falso: En España, aproximadamente uno de cada cuatro o cinco partos se realiza por cesárea. Por lo tanto, la mayoría de los partos siguen siendo por vía vaginal, y así se debe procurar siempre que sea posible.

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  Han aumentado las cesáreas por razones legales

  Falso: Es una realidad que los administradores de justicia tienen más dudas cuando no se ha practicado una cesárea que podría haber resuelto un problema, que cuando esta se ha realizado (aun siendo innecesario); es más fácil así que el equipo médico se decante por una cesárea si el parto no tiene un curso del todo perfecto. Pero esto sólo supone un pequeño número de cesáreas; el incremento que se ha producido depende en su mayor parte de la mejoría de la técnica operatoria, y de los nuevos métodos de los que se dispone para detectar complicaciones en el embarazo y en el parto.

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  El número de cesáreas seguirá aumentando

  Falso: Desde finales del siglo pasado son muchas las organizaciones médicas que han redactado normas y protocolos para evitar realizar cesáreas evitables, siempre con la motivación de preservar la vía vaginal fisiológica. Sin ir más lejos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó que sólo un 10% de los partos necesitarían una operación cesárea, y recomienda no sobrepasar este porcentaje. En los últimos años el número de cesáreas relativo no ha aumentado, y se espera que disminuyan. Para ello es necesario ofrecer una información veraz a las embarazadas, a los médicos y a la sociedad en general.