Maniobra Kristeller
La maniobra Kristeller es un procedimiento que las matronas o ginecólogos pueden usar para facilitar el trabajo de parto. Sus muchos detractores advierten de los riesgos que entraña, y proponen opciones más seguras.

Qué es la maniobra de Kristeller

Por: Carmen Moreno

Periodista especializada en Salud, Embarazo, Infancia y Tercera Edad

Actualizado: 5 de mayo de 2023

Seguramente habréis escuchado más de una vez a alguna madre que cuenta que, durante el parto, la matrona o el ginecólogo se subió encima de ella y le apretó fuertemente con el brazo para facilitar que el bebé saliera. A estas mujeres se les practicó lo que se conoce en términos médicos como maniobra Kristeller, un método implantado a mediados del siglo XIX por el ginecólogo alemán Samuel Kristeller con el objetivo de conseguir que el nacimiento fuera rápido y efectivo.

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Según este especialista, si se empujaba o presionaba con las manos (una o las dos) o el antebrazo en la parte superior del útero (debajo del pecho) en el momento de la contracción y el pujo, se fortalecía la contracción y se ayudaba al bebé a nacer. De este modo, se aceleraba la fase del expulsivo.

Actualmente, los expertos consideran que no existe evidencia científica de que esta técnica sea efectiva y, sin embargo, se conoce que no es segura y que puede implicar importantes riesgos para la madre y el feto.

¿Cuándo se realiza la maniobra Kristeller?

Para algunos ginecólogos y matronas, la maniobra de Kristeller supone una herramienta más para ayudar durante el trabajo de parto, que suelen utilizar en circunstancias concretas, por ejemplo:

  • Cuando la fase de expulsivo se extiende en el tiempo y puede suponer algún riesgo para la madre y el hijo.
  • Cuando el bebé es muy grande.
  • Cuando la madre se encuentra débil y no tiene la fuerza suficiente para empujar por la anestesia epidural.

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En cualquier caso, organismos públicos y privados consideran este procedimiento poco seguro. La propia Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) está en contra de esta práctica en la mayoría de los casos. Sólo acepta que se utilice con cautela y “con la intención de ayudar al desprendimiento de la cabeza, pero de ninguna manera para facilitar el descenso de la presentación”, como afirma en el documento “Recomendaciones sobre la asistencia al parto” (2008).

Mujer de parto en el hospital

Esta sociedad recomienda que la expulsión de la cabeza fetal se haga de la forma más lenta y controlada posible. Y es que, bajo su punto de vista, es fundamental respetar los tiempos de la madre.

Pero El Parto es Nuestro, asociación sin ánimo de lucro, integrada por usuarios y profesionales, y cuyo objetivo es mejorar las condiciones de atención a madres e hijos durante el embarazo, parto y posparto en España, denuncia que se sigue haciendo con el fin de acelerar la fase expulsiva.

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Creado: 22 de septiembre de 2014

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